"Creía que estaba en una película"

Marian Parra había estado ya en Estados Unidos, conocía Nueva York, una ciudad a miles de kilómetros de distancia de Dallas y con una cultura y forma de vida muy diferente que se hizo palpable desde que bajó la escalerilla del avión.

Llegar con el coche al barrio residencial donde se iba a alojar fue como estar inmersa en una película con urbanizaciones típicas americanas y con los carteles de los candidatos presidenciales en los jardines. Un vecindario que vive con las puertas abiertas y donde el recibimiento y la relación que existe entre los vecinos es muy respetuosa a pesar de encontrarse en un país individualista y muy competitivo.

Toda una aventura en el país de las oportunidades en el momento en el que estaban decidiendo quién iba a ocupar la Casa Blanca