Igor Marin y Txelis Herrera analizan los últimos datos demográficos de Gasteiz

El periodista y moderador de este espacio, Ismael Diaz de Mendibil, recuerda que, según este informe, la ciudad ha crecido el 2018 más por migración que por crecimiento vegetativo. Las estimaciones municipales calculan que en 2031 habrá 260.000 habitantes en la capital alavesa. El moderador pregunta a Igor Marín si cree que la ciudad tiene el tamaño adecuado a lo que él responde que Vitoria ocupa muchísimo más suelo del que necesita. El colaborador opina que la baja densidad provoca que haya demasiadas zonas muertas, barrios gigantes o dormitorios como Salburua o Zabalgana o como Lakua. Él afirma que el número de habitantes no se puede elegir pero que es una ciudad en la que las distancias son cómodas, los servicios funcionan y al margen de disputas políticas hay un modelo social de ciudad. Y añade que ha leído un informe que decía que solo dos ciudades iban a crecer en España los próximos 20 años Madrid y Vitoria.

Txelis Herrera dice que ha dejado de conocer Vitoria porque en muchos momentos no sabe donde está. Él corrobora que el crecimiento "no está en nuestras manos". El contertulio quiere hacer dos puntualizaciones: la pérdida de la identidad vitoriana o vasca que hay en la capital alavesa, ya que en Vitoria es de Vitoria, un porcentaje y un movimiento migratorio sin medida que puede llevar a empleos muy bajos de salario, negocios no muy claros, barrios que se hacen marginales. El periodista señala que más de la mitad de la población empadronada en Vitoria-Gasteiz no son nacidos en el municipio.

Igor Marín asegura que Txelis Herrera ha dicho una cosa que no se suele decir, que hay que controlar la inmigración. Se necesita, en su opinión, una población productiva: gente formada o que quiera formarse. Herrera destaca una noticia de El Correo con las demandas de empleo existentes de gente muy cualificada. Diaz de Mendibil vuelve a citar el informe municipal para indicar que el Centro de Vitoria-Gasteiz se vacía, Salburua y Zabalgana recogen la mayoría de habitantes de la ciudad y los barrios obreros envejecen.