La superconductividad del grafeno y ¿qué es la sensación térmica?

Cuando se enfrían a temperaturas cercanas al cero absoluto ciertos materiales adquieren la propiedad de ser superconductores, es decir, permiten el paso de la electricidad sin oponer resistencia al paso de los electrones y, por lo tanto, sin pérdidas durante el proceso. Además de ahorrar energía tienen la capacidad de generar campos magnéticos muy intensos. Su uso está, sobre todo, centrado en laboratorios de investigación, en estudios con aceleradores de partículas y en microscopía electrónica de alta resolución. Además, también se utilizan en la resonancia magnética nuclear con fines médicos. Se prevé que los superconductores jueguen un papel mucho más amplio en el futuro en ámbitos como la energía, el medio ambiente, el transporte, la nanotecnología y la salud. Conseguir materiales con estas propiedades que no tengan que ser enfriados de forma tan extrema implicaría un paso de gigante en este camino. ¿Es el grafeno uno de estos materiales? CIC Nanogune organiza esta semana en Donostia la Graphene week, en la que participa el investigador del MIT Pablo Jarillo, que hace unos meses publicó la investigación revelación del año en esta materia: el grafeno puede ser superconductor y de forma controlada.  Pablo Jarillo es el primer invitado del programa

Larraitz Etxeberria, divulgadora de Eureka Zientzia Museoa, explica que factores intervienen en lo que conocemos como sensación térmica… ese cúmulo de factores que hacen que un día con 30 grados nos parezca de un bochorno insoportable. Y María José Noain regresa al programa con sus historias sobre arqueología. Hoy conocemos una instalación sobre influyentes mujeres romanas que se ha incorporado al Museo Oiasso de Irun y los cursos sobre arqueología de Roma que organizan este curso.