"Predecimos con una semana de antelación la ocupación de camas UCI"

"El humano llega hasta a un punto y las máquinas pueden llevarnos a otro nivel". El CEO de Sherpa.ai, empresa de Inteligencia Artificial, es Xabier Uribe-Etxebarria. Un visionario, o "un trabajador incansable", como él prefiere."La IA sirve para desbloquear el móvil con la huella o la cara, en las fotos con el teléfono, para pagar el parking con lectura de matrícula... u otras más sofisticadas como la detección de cánceres". En "Boulevard Informativo" de Radio Euskadi ha puesto en valor el reciente premio CogX que recibían en Londrés por aplicar la IA en la privacidad de datos.

Una de las recientes labores de Sherpa.ai ha estado destinada a predecir la ocupación de camas UCI en los centros de salud de Osakidetza. Una tarea en la que se embarcaron "sacando curvas" sobre la evolución de la pandemia. "Nos pidieron saber con 5 días de antelación el número de camas que necesitaremos en cada hospital" porque "no podía ser que sobraran o faltaran respiradores". Llegaron a hacer pronósticos a una semana vista: "los algoritmos de IA aprenden de un histórico. Lo entrenamos con datos de regiones de Italia, de Bérgamo. Era la bola de cristal". Una vez recogidos esos datos, y añadidos los datos de Euskadi, "sustituir y balancear", sus resultados fueron espectaculares, "dos camas arriba, dos camas abajo".

"Queremos ser líderes mundiales en inteligencia artificial aplicada a la privacidad de datos". Entre los proyectos que Sherpa.ai tiene entre manos mencionaba Uribe-Etxebarria proyectos de recomendación y personalización de contenidos del grupo PRISA o vinculados a otros que buscan el diagnóstico de enfermedades raras.

"El que no se monte en la ola de la inteligencia artificial corre el riesgo de desaparecer", ha avisado el emprendedor getxoztarra. Ha hecho mención a los ensayos del neurobiólogo Rafael Yuste, capaz de que los ratones obedezcan órdenes a través de la manipulación de su cerebro. Para evitar su uso erróneo están elaborando un código de buenas prácticas porque "la privacidad es un valor ético fundamental".