"Las víctimas recuperadas representan a todas las demás"

Pedro San Millan Beitia murió en combate a los 26 años, el 7 de abril de 1937 en el monte Altun de Zeanuri, cerca de Barazar. Él es uno de los 70 cuerpos de combatientes recuperados. Era miembro de la cuarta compañía Batallón número 10 Perezagua. Fue encontrado junto a otros cuatro compañeros de batalla casi 80 años después, el 19 de noviembre de 2017. Marije Gomila, sobrina de Pedro, ha contado en "Boulevard Informativo" de Radio Euskadi cómo acudieron los familiares a la exhumación y ha agradecido el trabajo altruista que hacen los jóvenes que desentierran los cuerpos.

La desaparición de sus tíos, pues eran dos los hermanos de su madre que desaparecieron en el campo de batalla, se vivía con una "angustia tremenda" ya que no sabían qué había pasado.

El antropólogo forense Paco Etxeberria ha dirigido las exhumaciones que han realizado los técnicos de la sociedad de ciencias Aranzadi, actualmente es asesor de la Secretaría de Estado de la Memoria Democrática, y ha explicado que las víctimas recuperadas "representan a todos los demás". Uno de los efectos que se viven en las fosas de exhumación es que "los familiares lloran de alegría".

Han recuperado todos los restos que "han sido posibles" puesto que después de "40 años de dictadura y el tiempo posterior distorsionan muchas cosas, en lugares dónde hubo enterramientos hoy en día hay una autopista o polígonos industriales".

Etxeberria ha destacado que una de las cosas "importantes" que ha hecho Gogora es un "censo de víctimas". "En estos momentos ya no hay lugares dónde mirar". Destaca que las exhumaciones "han creado una mayor sensibilidad".

En todo el Estado español se "han abierto 900 fosas y se han recuperado 10 000 esqueletos. 3 o 4 fosas son del lado franquista y hemos intervenido con la misma metodología y sentimientos", lo que les ha reportado alguna crítica.