Sociedad
HONDARRIBIA
El 'Zapatero' pone fin a un Alarde memorable
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Después de un día repleto de desfiles, por primera vez en la historia del Alarde de Hondarribia, Jaizkibel ha podido bajar la calle Mayor al son de 'Zapatero', poniéndole así el broche de oro a la fiesta.
Euskaraz irakurri: Zapateroarekin Kale Nagusia jaitsita amaitu da Alarde gogoangarria
Jaizkibel ha celebrado por primera vez el Alarde de Hondarribia como compañía, y han realizado los desfiles con normalidad, con los plásticos negros y demás ya dejados atrás.
Después de un día repleto de desfiles, por primera vez en la historia del Alarde de Hondarribia, Jaizkibel ha podido bajar la calle Mayor al son de 'Zapatero', poniéndole así el broche de oro a la fiesta.
Por la mañana, la única compañía que celebra el alarde de manera igualitaria ha acudido por primera vez al punto de encuentro que es la plaza Gernikako Arbola, donde se unen las compañías, pero las del tradicional han decidido no acudir, y la han dejado sola a Jaizkibel.
Esa decisión ha provocado que se retrasara el desfile del alarde tradicional 20 minutos, previsto para las ocho de la mañana.
Jaizkibel ha partido a la hora en la que debía, y este año se ha unido un millar de integrantes, capitaneadas por Nora Ferreira, y con la presencia de Nahia Salaberria como la primera cantinera en silla de ruedas.
Al contrario de los seguidores del alarde tradicional, han sido numerosas las autoridades que han recibido a Jaizkibel, entre las que están la vicelehendakari primera Ibone Bengoetxea, la diputada general Eider Mendoza, el alcalde Igor Enparan, la directora de Emakunde Miren Elgarresta, el Ararteko Manuel Lezertua, la portavoz de EH Bildu en Gipuzkoa Maddalen Iriarte y la de Elkarrekin Podemos Miren Echeveste.
Todos han puesto en valor el paso dado para que Jaizkibel sea una compañía y desfile como tal en el Alarde.
La capitana de Jaizkibel, Nora Ferreira, se ha mostrado "muy feliz" por el desfile de la mañana, porque ha sido "un pequeño paso" que hayan podido ir a Gernikako Arbola. En ese sentido, ha subrayado que ellas han cumplido con la resolución del Ayuntamiento, y que no tenían ningún problema en encontrarse con las demás compañías, porque es eso precisamente lo que reivindican: "Celebrar el Alarde y desfilar todos juntos". Por ello, ha dicho que es "responsabilidad" de las compañías tradicionales no haber acudido a la cita de Gernikako Arbola.
Ferreira ha reafirmado que han pasado "una bonita mañana", que han subido la Calle Mayor entre aplausos, que han sentido el calor de las instituciones, y que en la iglesia han sido recibidas por toda la corporación municipal.
No obstante, algunas jóvenes se han vuelto y se han situado de espaldas cuando las integrantes de Jaizkibel han llegado a su altura.
Jaizkibel konpainairen desfilea. Argazkia: EFE
"El Alarde es único y no estamos en él. Muchas hondarribiarras entenderían que estuviéramos dentro. Todavía hay un grupo pequeño pero con demasiado poder que no quiere la participación de la mujer, que está enturbiando el ambiente y que ni siquiera toma el camino del diálogo", ha criticado la capitana de Jaizkibel.
Ferreira ha reiterado la apuesta de la compañía Jaizkibel por el "diálogo" como " el camino para solucionar esto". "El Alarde es un patrimonio inmaterial, de todos y todas, por lo que el Ayuntamiento, como representante de toda la ciudadanía, tiene la responsabilidad de promoverlo", ha insistido. "Hoy, una vez más, como hemos hecho durante todo este tiempo, queremos apoyar y legitimar al equipo de Gobierno de Hondarribia. Ha apostado por dar pasos a favor del diálogo y la solución y reconocemos la labor por encima de las diferencias que podamos tener y la legitimidad que tiene", ha señalado.
Tanto el desfile de la compañía Jaizkibel como el Alarde, que continúa su recorrido, volverán a las calles de la villa costera por la tarde, cuando se producirá otra de las novedades de este año, ya que, por primera vez, Jaizkibel bajará la Calle Mayor al final del recorrido, cuando se celebra el tradicional y desenfadado 'Zapatero'. Hasta ahora lo hacía en la Plaza de Gipuzkoa, donde no había público del Alarde tradicional.