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Sociedad

Audiencia de Gipuzkoa

Los hijos de la anciana fallecida en Zumaia exculpan a la cuidadora acusada de su muerte

Agencias | EITB Media

La acusada ha dicho que no ganaba nada con la muerte de la mujer. La Fiscalía solicita una pena de 22 años de prisión. Los hechos tuvieron lugar el 21 de noviembre de 2020. La familia de la fallecida de 91 años no se ha personado como acusación particular en la causa.

  • Imagen de dentro de la Audiencia.

    Imagen de dentro de la Audiencia. Foto: EITB Media.

Euskaraz irakurri: Zumaian hildako adineko emakumearen seme-alabek errugabe jo dute zaintzailea

El hijo y la hija de la nonagenaria fallecida en Zumaia (Gipuzkoa) han exculpado este lunes a la cuidadora acusada de su muerte, para la que la Fiscalía pide 22 años de cárcel por asesinato, después de que la autopsia revelara la existencia de lesiones "compatibles con un mecanismo de asfixia por sofocación".

El testimonio de los hijos de la fallecida ha centrado la segunda jornada del juicio que se sigue por estos hechos en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, durante la que ambos han dicho no tener nada que "reprochar" a la acusada porque atendió a su madre con "cariño" durante tres años.

Por su parte, la mujer acusada de asesinar a la anciana en la noche del 21 de noviembre de 2020, ha declarado ante el jurado que no ganaba nada con la muerte de la mujer.

Antes de la declaración de los dos hijos, ha testificado la acusada, quien ha explicado que el día del incidente escuchó un "quejido" en la habitación de la anciana y al acudir a la estancia notó que tenía "el cuerpo flojo", un golpe en la cara y que estaba "llena de sangre".

Ha relatado que en estas circunstancias le practicó técnicas de "reanimación" de una manera "fuerte" e incluso le hizo el "boca a boca" porque ella quería que "no se muriera". "Tenía el cuerpo flojo y es posible que se golpeara" entonces, ha recordado. "Tenía heridas pero no paré porque quería reanimarla y que no se me muriera", ha detallado la cuidadora, quien también ha comentado que en un momento dado le metió la lengua en la boca, ya que la tenía fuera.

No obstante, al constatar que la anciana había fallecido, llamó por teléfono a su hija, que avisó a su vez a una ambulancia, tras lo que fregó el suelo de sangre y limpió la cara de la anciana con "toallitas".

Tras aclarar que no utilizó guantes para ello, ha señalado que ella también terminó manchada de sangre, lo que podría explicar la presencia de restos de esta sustancia en otras partes del domicilio.

Los hijos de la anciana defienden a la acusada

En la jornada del juicio celebrada este lunes, la más vehemente defensa de la acusada la ha realizado el hijo varón de la fallecida, quien ha explicado que la familia no sólo no acusa a la cuidadora sino que también ha renunciado a cualquier indemnización.

Así, este hombre ha expresado ante el jurado que "nunca" podría pensar que la procesada fuera acusada de este crimen. "Mi madre era un ser terminal. Se había caído ya decenas de veces. Estaba acabando. Se estaba muriendo y se murió", ha sentenciado con rotundidad.

"Le agradezco que la acompañara en su final. Ha sido lo mejor que le ha pasado a mi madre. No sé qué hacemos aquí. Quiero que esto quede claro. Tiene toda mi consideración. Esta historia es incomprensible", ha dicho, emocionado por momentos.

En la misma línea se ha pronunciado su hermana, quien ha desvelado que, ante el estado "terminal" de salud de su madre, en aquellas fechas decidió quedarse en Zumaia y no regresar a Argentina, donde reside habitualmente.

"Siempre hemos estado agradecidos" a la cuidadora porque mi hermano y yo siempre "estábamos lejos" y "estábamos conformes con su forma de actuar", ha asegurado, al tiempo que ha recordado que la fallecida había sufrido con anterioridad episodios de "pérdida de conocimiento" y frecuentemente una enfermera acudía a hacerle curas porque sangraba, tenía úlceras y estaba "muy débil". "Impresionaba", ha afirmado.

El juicio comenzó el viernes en la Audiencia de Gipuzkoa con la conformación del jurado y la Fiscalía solicita para la mujer 22 años de prisión. 

En declaraciones a los medios informativos, el fiscal Jorge Bermúdez ha señalado que se trata de un caso "complejo", al no haber ningún testigo, ya que cuando sucedieron los hechos las dos mujeres estaban solas en el domicilio de la anciana, que tenía dependencia grave.

Por ello, ha sostenido que "la prueba principal en este caso va a ser el informe de los médicos forenses, que son los que determinan la causa de la muerte y la mecánica con la que se comete". En un primer momento se consideró que el fallecimiento había sido accidental, pero, tras la autopsia, se determinó que la anciana podría haber muerto asfixiada por su cuidadora.

El Ministerio Fiscal considera probado que la acusada tapó a la anciana, cuya familia ha rechazado ejercer ningún tipo de acusación, la boca y la nariz con algún objeto, como una almohada, hasta asfixiarla.