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Sociedad

Desperdicio alimentario

Los 1050 millones de alimentos tirados al año proveerían de 1,3 comidas diarias a las personas hambrientas

E. G. | EITB Media

La ONU calcula que una quinta parte de los alimentos en todo el mundo van a la basura. Entretanto, un tercio de la humanidad se enfrenta a la inseguridad alimentaria.

  • Un niño alza una bandera blanca para pedir comida en Guatemala.

    Un niño alza una bandera blanca para pedir comida en Guatemala. Foto de archivo: EFE

Euskaraz irakurri: Urtero zaborrera botatzen diren elikagaiekin goseak jotakoentzat egunean 1,3 otordu bermatuko lirateke

De media, cada persona desperdicia 79 kilogramos de alimentos al año; en total, 1050 millones anuales, según el Informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos 2024 —recoge datos del 2022— del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Esa ingente cantidad de comida desperdicia proporcionaría de 1,3 comidas diarias para las 783 millones de personas hambrientas del mundo, según los cálculos del informe.

Los datos han sido publicados con motivo del Día Internacional de Cero Desechos, que se celebra el próximo 30 de marzo.

"El desperdicio de alimentos es una tragedia mundial. Millones de personas pasarán hambre hoy mientras se desperdician alimentos en todo el mundo", ha asegurado Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, explicando que este problema continuo no sólo afecta a la economía mundial, sino que también agrava el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Según a PNUMA, el desperdicio alimentario genera hasta el 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

La mayor parte del desperdicio alimentario mundial (60 %) procede de los hogares, con un total de 631 millones de toneladas. Los sectores de servicios alimentarios y venta al por menor son responsables de 290 y 131 millones de toneladas (un 19 %), respectivamente.

La alta cantidad de alimentos se pierde en distintas fases de la cadena alimentaria, desde la cosecha hasta el punto de venta y consumo. 

El problema no se limita a las naciones ricas. De hecho, si se comparan las cifras de los países con ingresos altos y los pobres el promedio de desperdicio de alimentos en los hogares solo difiere en 7 kilogramos per cápita por año.

La brecha más grande surge en las variaciones entre las poblaciones urbanas y rurales. En los países de ingresos medios, por ejemplo, las zonas rurales generalmente desperdician menos. Una posible explicación está en el reciclaje de restos de comida para mascotas, piensos y compostaje doméstico en el campo. En ese sentido, el informe recomienda centrar los esfuerzos en fortalecer la reducción del desperdicio de alimentos y el compostaje en las ciudades.