Sociedad
SEQUÍA
Cataluña declara la emergencia por sequía a partir de mañana para seis millones de personas
AGENCIAS | EITB MEDIA
Es una situación sin precedentes que afectará a las áreas de Barcelona y Girona. El consumo quedará limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día.
Euskaraz irakurri: Kataluniak larrialdi egoera ezarriko du bihartik aurrera, lehortea dela eta
El Govern de la Generalitat ha declarado la emergencia por sequía, una situación sin precedentes, que tendrá efecto a partir de mañana viernes, y que afectará a 6 millones de personas de las áreas de Barcelona y Girona, cuyo consumo quedará limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día, después de que las reservas de estos embalses hayan bajado de los 100 hectómetros cúbicos, el umbral para entrar en emergencia.
Así lo han anunciado en rueda de prensa tras la comisión interdepartamental de sequía el propio presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el conseller de Acció Climàtica, David Mascort.
"No nos habíamos enfrentado nunca una sequía tan larga desde que existen mediciones de lluvia. Arrastramos tres años en los que no llueve como el país necesita", ha justificado Aragonès, quien ha defendido el "trabajo" y la "inversión" para mitigar los efectos y retrasar hasta 15 meses la entrada en emergencia.
Según el Plan Especial de Sequía, la fase 1 de emergencia limita el consumo a 200 litros por habitante y día; se prohíbe el riego de árboles y jardines botánicos, excepto el de supervivencia; también se restringe el relleno de piscinas en hoteles, campings y parques acuáticos; se limita el llenado de piscinas y el uso de duchas en gimnasios y centros deportivos.
Las piscinas con agua de mar, se podrán llenar totalmente o parcialmente siempre que se llenen y se vacíen sin conexión a las redes de abastecimiento ni saneamiento.
También se ha aprobado que, una vez se entre en fase de emergencia, quedará prohibido el uso de las duchas de las playas. El verano pasado algunos municipios como Sitges (Barcelona) ya aplicaron esta medida.
Vista del pantano de la Baells en Barcelona. EFE.
Esta decisión podría suponer un varapalo para el sector turístico de cara el verano. Los hoteleros ya han advertido que ante la incertidumbre que se avecina, el cliente intentará elegir otro destino para disfrutar de sus vacaciones en el que pueda tener acceso a una piscina.