Sociedad
Violencia machista
La Ertzaintza intensificará la protección a las víctimas de malos tratos cuando éstas renuncien a las medidas
E. G. | EITB MEDIA
Erkoreka ha anunciado un cambio en el protocolo de actuación frente a la violencia machista. En concreto, se incrementará la contravigilancia policial y se estudiará si es posible aplicar las medidas de control al propio agresor. A día de hoy, 5588 mujeres cuentan con protección de la Ertzaintza.
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Una agente atiende a una víctima de violencia machista. Foto de archivo: EITB Media
Euskaraz irakurri: Ertzaintzak zaintza areagotuko du tratu txarrak jasandako emakumeek babes neurriei uko egiten dietenean
El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco modificará el protocolo de protección de víctimas de violencia machista para que la Ertzaintza intensifique las medidas de seguridad cuando las víctimas de malos tratos renuncien a ellas. Se entiende que un rechazo de medidas adicionales por parte de la mujer maltratada puede estar relacionado con una dependencia hacia su agresor, lo que la pone aún en mayor riesgo.
El cambio ha sido anunciado este viernes por el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, en el pleno de control del Parlamento Vasco, en respuesta a dos preguntas realizadas por PP y Vox. Tanto la parlamentaria popular, Laura Garrido, como la de Vox, Amaia Martínez, han cuestionado a Erkoreka sobre lo sucedido la semana pasada en Gipuzkoa con una víctima de violencia machista. La mujer dejó el piso tutelado en el que vivía y está desaparecida desde entonces junto con su agresor y su bebé de 11 meses. La Ertzaintza ha activado su búsqueda, aunque ya se sabe que han cruzado la muga.
Tanto Garrido como Martínez han recordado que este caso de Gipuzkoa ocurre apenas seis meses después del asesinato de Maialen Mazón en Vitoria-Gasteiz. La joven de 32 años fue asesinada presuntamente por su expareja, que contaba con una orden de alejamiento. La parlamentaria del PP ha demandado una revisión de los protocolos para "paliar este tipo de deficiencias". Con tono más duro, Martínez ha criticado que en ambos casos el Departamento de Seguridad tiene que "asumir su responsabilidad" por lo que ha considerado "un gran fallo" del sistema de protección.
"Alta dependencia de las víctimas hacia sus agresores"
En su respuesta, el consejero ha manifestado que en este último caso la Ertzaintza abrió "de oficio e inmediatamente" una investigación, que aún está "en curso" y de la que ha declinado dar más detalles. Sin embargo, ha avanzado que ambos casos (el de Gipuzkoa y el de Maialen Mazón, en Vitoria-Gasteiz) tiene "un denominador común que es que ambas mujeres eran reticentes a colaborar con la Policía".
Según ha explicado Erkoreka, cuando una víctima de violencia machista renuncia a medidas de protección especiales (como órdenes de alejamiento o contravigilancia), detrás de esa decisión puede existir una dependencia emocional o económica hacia su agresor. También incide si la pareja tiene hijos e hijas. Así, se entiende que un rechazo puede ser indicio de un mayor riesgo para la integridad de la víctima.
De este modo, ha anunciado que la mejora del protocolo seguirá dos líneas de actuación. Por una parte, se incrementarán las labores de contravigilancia de la Ertzaintza, y por otra parte, se analizará si es posible establecer medidas de control telemático a los agresores machistas. Sobre este último extremo, ha admitido que esta actuación "tiene gran complejidad jurídica", por lo que se deberá evaluar con profundidad.
5588 mujeres con protección
Erkoreka ha aprovechado su intervención para actualizar los datos actualizados de violencia machista en Euskadi. Según ha detallado, a 1 de noviembre, 5588 mujeres cuentan con medidas de protección de la Ertzaintza (en junio eran 5107, es decir, han aumentado un 10 % en cuatro meses). Son 2712 en Bizkaia; 2019, en Gipuzkoa, y 857 en Álava. 7 de cada 10 tienen la protección básica y un 20 % cuenta con medidas por "riesgo moderado". 297 son casos graves, registrados como "riesgo alto o especial" con medidas de protección de mayor intensidad.
42 mujeres están protegidas con escolta personal, 229 disponen de contravigilancia policial y otras 224 disponen de medios telemáticos.
Solo en contadas ocasiones se establecen medidas de control a los propios agresores; así tan solo 92 hombres cuentan con control telemático mediante pulsera de las órdenes de alejamiento