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La primera gran guerra de Europa tuvo lugar en Laguardia hace 5000 años
Agencias | EITB Media
Un estudio publicado por la revista "Scientific Reports", que ha contado con la colaboración de varios miembros de Aranzadi, ha analizado los restos óseos de un yacimiento de la Rioja Alavesa para concluir que el primer conflicto a gran escala tuvo lugar 1000 años antes de lo que se pensaba.
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Huesos hallados en el yacimiento San Juan Portam Latinam de Laguardia. Foto: "Scientific Reports"
Euskaraz irakurri: Europako lehen gerra handia duela 5.000 urte izan zen, Guardian
Una investigación publicada en la revista Scientific Reports ha revelado que el primer enfrentamiento a gran escala de Europa tuvo lugar en Laguardia (Álava) hace 5000 años (en pleno Neolítico), 1000 años antes de la primera guerra documentada en Alemania durante la Edad de Bronce (hace 4000-2800 años).
El estudio dirigido por Teresa Fernández-Crespo, del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, ha analizado miles de fragmentos de hueso de unos 338 individuos enterrados en el yacimiento San Juan Portam Latinam, situado en la localidad de la Rioja Alavesa. La investigación ha contado con la participación de numerosos científicos vascos como el forense Paco Etxeberria; la antropóloga de Aranzadi, Lourdes Herrasti, o los arqueólogos Javier Ordoño o José I. Vegas.
Los restos óseos, excavados en los años 80 y 90, se conservan en el Museo de Arqueología de Álava (Vitoria-Gasteiz). Entre ellos predominan los de varón (adolescentes y adultos), quienes presentaban la amplia mayoría de señales de violencia, como heridas de puntas de flecha y traumatismos craneales.
De hecho, el área en la que se encuentra el yacimiento "es la región de la Europa prehistórica con mayor número absoluto de heridas por punta de flecha", y no solo en este yacimiento "sino también en yacimientos vecinos", puntualiza la autora del estudio Teresa Fernández-Crespo. Se descubrieron, además, 52 puntas de flecha de sílex de las que, según investigaciones anteriores, al menos 36 mostraban huellas de impacto.
Además, un 70 % de los individuos tenía heridas cicatrizadas y un 10 % sin cicatrizar, unas evidencias que sugieren que hubo "un conflicto a gran escala, organizado, protagonizado por hombres, principalmente, y duradero, de al menos varios meses", ha explicado Teresa Fernández-Crespo en declaraciones a la agencia EFE.
Primera guerra documentada en el Neolito
Según habían documentado investigaciones previas, esos enfrentamientos consistían en incursiones de pocos días y en las que participaban pequeños grupos de hasta 20-30 individuos (incluidos mujeres y niños), por lo que se suponía que las sociedades neolíticas carecían de la capacidad logística para soportar conflictos más largos y a mayor escala.
De hecho, se pensaba que el primer conflicto de este tipo en Europa no tuvo lugar hasta la Edad de Bronce, con ejemplos como la batalla de Tollense, en Alemania, donde se cree que pudieron intervenir hasta 4000 combatientes.
Sin embargo, las características de los restos del yacimiento alavés evidencian que el lugar fue escenario de un conflicto que posiblemente involucró a varios centenares de personas y que, además de violencia directa, causó "daños colaterales en la calidad de vida, como enfermedades y deficiencias nutricionales", comenta Fernández-Crespo.
Aunque las razones no están claras, se cree que la alta densidad de población y la importante complejidad socioeconómica de la Rioja Alavesa en el Neolítico final pudieron ser una fuente de competencia por los recursos entre los diferentes grupos de la región que acabó desembocando en un gran conflicto.
"En este estudio concluimos que la guerra en el Neolítico era mucho más sofisticada, organizada y con potencial para afectar a la población general de lo que se pensaba hasta ahora, con lo que se supone que necesariamente existió una mayor jerarquización socio-económica que la asumida", concluye Fernández-Crespo.