Sociedad
Medusas en la costa
Las carabelas portuguesas regresan a aguas guipuzcoanas
EITB MEDIA
Varios bañistas han sido atendidos por contacto con medusas en la Bahía de la Concha y en las playas de Zarautz y Getaria en las últimas horas.
Tras años de ausencia, las temidas carabelas portuguesas han regresado a la costa guipuzcoana. Varios bañistas han sido atendidos a lo largo de la jornada de ayer domingo por contacto con medusas en la Bahía de la Concha y en las playas de Zarautz y Getaria.
Según el Ayuntamiento donostiarra, ayer, tras una inspección marítima, los servicios de protección civil de San Sebastián localizaron en aguas interiores de la Bahía "al menos seis medusas de tipo carabela portuguesa".
Así las cosas, las playas de San Sebastián han instalado esta mañana la bandera amarilla, por precaución. No obstante, y tras inspeccionar por parte de los socorristas, embarcación de limpieza y otros medios, se ha constatado que no hay ejemplares de carabelas portuguesas, por lo que se ha colocado de nueva la bandera verde en las playas.
El concejal del Ayuntamiento donostiarra Carlos García Hernandez ha señalado que "todo parece indicar que ayer se produjo una entrada puntual de estos animales que afectaron a algunos bañistas". No obstante ha recordado que si se avistan nuevos ejemplares, se activará de nuevo el protocolo.
En la playa de Zarautz, por su parte, ondea, desde ayer, la bandera con la imagen de dos medudas, por precaución.
En verano de 2010 y de 2011 la carabela portuguesa hizo acto de presencia en aguas guipuzcoanas. En concreto, las medusas llegaron a los arenales de Zarautz, Ondarreta y la Concha, en San Sebastian. La última vez que se detectó su presencia fue hace cinco años.
La carabela portuguesa (Physalia physalis) se suele encontrar en mar abierto en todas las aguas cálidas del planeta, así como en la corrinte del Golfo atlántica, por lo que aparece de vez en cuando en la costa vasca. Su picadura resulta dolorosa pero es fácilmente identificable porque permanece siempre en la superficie del agua y tiene forma de globo hinchado de color violeta.
Con apariencia de medusa, la carabela portuguesa es en realidad un organismo colonial cuyos individuos se especializan para mantener viva la colonia. Se trata de una agrupación de hidroides que se dividen el trabajo. Su picadura es peligrosa y muy dolorosa.