Sociedad
Audiencia de Cantabria
La acusada del crimen de Castro Urdiales niega haber entregado el cráneo a su amiga
Agencias | EITB Media
La acusación particular cree que hay pruebas suficientes contra Carmen Merino, que lleva tres años en prisión provisional y se enfrenta a 25 años de cárcel por el asesinato del vizcaíno Jesús Mari Baranda, de 67 años. La acusada dejó el cráneo en una caja en casa de una amiga.
Euskaraz irakurri: Castroko hilketaren akusatuak ukatu egin du bere lagunari garezurra eman izana
Carmen Merino, la acusada de asesinar en 2019 a su pareja, un vizcaíno de 67 años, cuyo cráneo fue encontrado en una caja que la mujer dejó en casa de una amiga, en Castro Urdiales ha comenzado a declarar ante su abogado. La acusada ha negado en el juicio contra ella haber entregado el cráneo y ha insistido en que le dio a su amiga juguetes sexuales en un neceser.
Además, ha negado haber buscado en internet "cuánto tiempo tarda en descomponerse un cadáver" ni preguntas sobre cobrar la supuesta herencia, y ha indicado que la amiga que halló el cráneo y el hermano de la víctima tenían acceso a su casa y ordenador.
Merino ha declarado durante casi una hora y media a preguntas de su abogado, ya que ha dicho que "no se fía" de la Fiscalía y la acusación particular.
Tras los trámites preliminares, la sesión de hoy ha comenzado con la declaración de la acusada. Durante los días 8, 9 y 10 declararán los testigos propuestos por la Fiscalía, la acusación y la defensa. El juicio tiene previsto desarrollarse en diez sesiones hasta el 18 de noviembre, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.
La acusada, Carmen Merino, que lleva tres años en prisión provisional y se enfrenta a 25 años de cárcel por el asesinato de Jesús Mari Baranda, tiene ahora 64 años y nació en Sevilla, se trasladó hace años a Castro Urdiales (Cantabria), donde conoció a Jesús Mari, un exempleado de banca que ejerció su oficio en Bilbao, Llodio (Álava) y Balmaseda (Bizkaia).
Tras la desaparición desde el mes de abril de Jesús Mari, en septiembre una amiga de Carmen avisó a la Guardia Civil de que salía un olor muy fuerte de una caja que la mujer había llevado a su casa para que se la guardara.
Esta amiga confesó a los agentes que se acercaron a su domicilio que Carmen Merino le había dicho que en la caja había juguetes sexuales, y que quería sacarlos de su casa porque la Guardia Civil iba a registrarla ante la desaparición de su pareja.
Sin embargo, al abrir los agentes la caja, encontraron en su interior el cráneo del hombre desaparecido desde hacía meses.
Su pareja fue detenida el día después, desde entonces permanece en prisión provisional en la cárcel de El Dueso, en Santoña, y se ha negado en varias ocasiones a declarar ante el juez.
"Movida por un interés económico"
La Fiscalía, que pide 25 años de cárcel para esta acusada, considera que Carmen Merino, "movida por un interés económico", urdió un plan para acabar con la vida del que era su novio.
Añade que planeó el crimen para cometerlo en el interior del domicilio y así evitar la presencia de terceras personas, además de suministrar al hombre un fármaco sedante para adormecer a la víctima.
Asimismo, la Fiscalía pide una indemnización de 20 000 euros por daños morales para cada uno de los cuatro familiares de la víctima (los dos hijos, el hermano y el primo).
La acusación particular, que representa a los dos hijos del hombre, coincide con la Fiscalía en la petición de pena, y en concepto de responsabilidad civil solicita que la acusada indemnice a sus dos representados con 70 000 euros.
La defensa pide la declaración de no culpabilidad de la acusada y su libre absolución, al considerar que no es autora de delito alguno.