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Las perseidas o lágrimas de San Lorenzo volverán a iluminar el cielo este viernes
EITB MEDIA
La máxima actividad de las perseidas está prevista para este viernes 12 de agosto, lo que quiere decir que la noche del 12 al 13 de agosto será el mejor momento para disfrutar de este fenómeno natural. Aun así, este año no se podrán ver en su máximo esplendor por la Luna llena.
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las perseidas también son conocidas como "lágrimas de San Lorenzo". Foto: EFE.
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La máxima actividad de las perseidas está prevista para este viernes 12 de agosto, lo que quiere decir que la noche del 12 al 13 de agosto será el mejor momento para disfrutar de este fenómeno natural.
La lluvia de las perseidas es una lluvia de meteoros o estrellas fugaces que sucede todos los años. Las perseidas también reciben el nombre popular de "lágrimas de San Lorenzo", por la proximidad al 10 de agosto, día de la festividad del mártir español del mismo nombre.
Las perseidas son visibles desde todo el hemisferio norte en pleno verano. Las velocidades de estos meteoros pueden superar los 50 kilómetros por segundo, y su tasa de actividad puede llegar a los 200 meteoros por hora.
Según informa el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), este es un mal año para observar las perseidas, puesto que su máximo se producirá coincidiendo con la luna llena. A consecuencia, solo se podrán ver los meteoros más brillantes.
¿Por qué suceden?
Los cometas van dejando en el espacio gases, polvo y escombro que permanecen en órbita muy similar a la del cometa progenitor. Cada cometa va formando así un rastro en el que se encuentran estos fragmentos cometarios. Cuando la Tierra encuentra uno de estos anillos de fragmentos son atrapados en su campo gravitatorio y caen a gran velocidad formando meteoros.
¿Qué hacer para ver las perseidas?
Lo importante es observarlo desde un lugar que proporcione un cielo oscuro. Es preferible un lugar que tenga pocos obstáculos a la vista y no limitar nuestro campo de visión con instrumentos ópticos. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna.