Sociedad
Violencia machista
¿Qué hacer si has sido víctima de sumisión química o testigo de un caso?
Eider Garaikoetxea O. | EITB Media
Emakunde ha añadido un anexo específico en la guía para prevenir agresiones machistas en fiestas. En esta actualización, se explican los síntomas asociados a esta forma de violencia machista y se dan pautas de actuación, la principal: no banalizarlo y dar cuenta de lo sucedido cuanto antes.
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Emakunde ha actualizado su guía para prevenir agresiones machistas en fiestas. Foto de archivo: EFE
Euskaraz irakurri: Zer egin sumisio kimikoaren biktima edo kasu baten lekuko izan bazara?
En un ambiente festivo, una misma o alguna amiga siente alteraciones visuales, somnolencia, mareos o vómitos. Síntomas, que aunque pudieran ser efecto de una ingesta voluntaria abusiva de alcohol y drogas, también lo son de sumisión química premeditada mediante sustancias vertidas en una bebida o a través de pinchazos.
Precisamente, ante las 12 denuncias por pinchazos que investiga la Ertzaintza, Emakunde ha añadido un anexo específico sobre sumisión química en la guía para prevenir agresiones machistas en fiestas, que elaboró junto con Eudel y las diputaciones vascas para este verano.
En esta actuación, se explica qué es esta forma de violencia machista, sus síntomas más habituales y las principales líneas de actuación si se cree que hemos sido víctimas o alguien cercano lo ha sido.
¿Qué hacer?
La principal recomendación tanto si se es víctima como testigo, es avisar con la mayor brevedad posible a los servicios de emergencia y no actuar en solitario.
Según el documento, si una mujer "nota un pinchazo en cualquier parte del cuerpo" o tiene algún síntoma que pudiera ser de sumisión química, debe alertar "sin demora" a amigas o amigos, a las responsables del local de ocio o de las fiestas, y/o acudir al Punto de Información sobre violencia machista que hay en la mayoría de las fiestas. El siguiente paso sería llamar al 112. Se aconseja a las víctimas a permanecer acompañadas mientras se les pasa la sensación.
En el caso de que la víctima sea otra persona, Emakunde reitera que no se debe quitar importancia a esa información "pensando que está exagerando" y en ningún caso se debe dejar sola la mujer.
También se establecen líneas de actuación para las personas responsables de locales de ocios, txosnas o puntos morados, que deberían activar el protocolo de agresiones en fiestas si es que lo hay, llamar a los servicios de emergencia y, si es necesario, también a los servicios sanitarios para que atiendan los síntomas de la o las chicas afectadas.
Para aquellas mujeres que se despiertan con sospechas de haber sido agredidas bajo sumisión química, los pasos a seguir serían acudir a un centro hospitalario para ser atendida y realizar el correspondiente análisis, contar lo sucedido y presentar denuncia ante la Ertzaintza.
Síntomas más comunes
La guía recopila las sensaciones más habituales tras haber sido víctima de sumisión química:
Habla pastosa
Alteraciones visuales
Somnolencia
Confusión
Desinhibición
Agitación o alucinaciones
Alteración del juicio
Mareo o vértigo
Alteraciones de la motricidad o del equilibrio
Náuseas o vómitos
¿Qué es la sumisión química?
Se trata de la acción premeditada de alguien para provocar, con alguna substancia, la vulnerabilidad en otra persona e incapacitarla para agredirla.
Según se recoge en la guía, "esa sustancia puede ser vertida en una bebida o mediante pinchazos que se aplican en alguna parte del cuerpo aprovechando la multitud, la oscuridad o ambas circunstancias. Los pinchazos también pueden producirse sin causar sumisión química, pero lo que sí logran es generar un clima de terror sexual en el que las mujeres ya no se sienten seguras ni pueden disfrutar de las fiestas con libertad".