Sociedad
Contra las agresiones sexistas
Euskal Elkargoa propone un protocolo para hacer frente a las agresiones sexistas en fiestas
O. P. | EITB Media
El objetivo es extender a todo el territorio un protocolo como el que viene funcionando en Baiona en los últimos años, buscando sensibilizar a organizadores y ciudadanía y ofrecer herramientas de prevención, información y de acogida a las víctimas.
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Fiestas de Baiona. Imagen de archivo.
Euskaraz irakurri: Festetan eraso sexistei aurre egiteko protokoloa proposatu die herriei Euskal Hirigune Elkargoak
La asociación Euskal Hirigune Elkargoa ha elaborado un protocolo de lucha contra las violencias sexistas y sexuales y lo ha hecho llegar a cada uno de los 158 municipios de Iparralde, que si bien, no tendrán la obligación de aplicarla, sí contarán de este modo con un dispositivo a tener en cuenta en la organización de las fiestas.
La idea es extender a todo el territorio un protocolo como el que pusieron en marcha en Baiona en 2017 y sensibilizar a todos los agentes y a toda la ciudadanía que participe en las fiestas, dotándoles, además, de herramientas para prevenir y hacer frente a las agresiones sexistas durante las fiestas.
Así, el dispositivo partirá de la propia fase de organización de fiestas para que en la organización y el diseño de espacios y eventos se tenga en cuenta también el aspecto de la violencia sexual. Para ello recomiendan reuniones previas a la fiesta, invitando a hosteleros, comercios, asociaciones, agentes de seguridad y otros agentes que participan en las fiestas. A todos ellos se les ofrecerá información y formación sobre el dispositivo.
Por otro lado, el protocolo propone establecer un espacio de información y referencia sobre la violencia sexista en las fiestas, en el que se facilitará información y recomendaciones para la sensibilización del público en general, recomendaciones para saber qué hacer en caso de ser testigo de una agresión o las formas de ayudar en caso de que se detecte una persona en situación de vulnerabilidad.
También propone organizar en relevos a personas identificables con un color, que se encarguen de la seguridad de los demás, que sean tranquilizadoras por su mera presencia, que prevean situaciones y orienten a las víctimas.
Además, se recomienda instalar un punto de acogida de las víctimas para poder ofrecerles protección, un lugar donde recuperar la calma, y un punto en el que se pueda recabar información y testimonios que ayuden a identificar a los agresores. El protocolo propone habilitar también un rincón de recogida de testimonios para hablar con la víctima y comunicarle el procedimiento judicial y de denuncia.
Con este protocolo, Euskal Hirigune Elkargoa no pretende demostrar la ejemplaridad del territorio en el tema, sino hacer patente su preocupación por la lucha contra las agresiones sexistas.