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Sociedad

ENTREVISTA

Miren Basaras: "Todo el mundo tiene que aportar, esto va para largo, no termina con bajar la curva"

Olatz Prat | EITB Media

Según la microbióloga de la UPV/EHU, parar los contagios es clave, ya que, "a transmisión más alta, más opciones le damos al virus para mutar".

  • Miren Basaras, microbióloga de la UPV

    Miren Basaras, microbióloga de la UPV. Foto: EITB Media

Euskaraz irakurri: Miren Basaras: "Denok jarri behar dugu geure aldetik, hau luzerako da, ez da kurba jaistearekin amaituko"

Salir de la espiral de la Covid-19 es una tarea colectiva, más que meramente individual. Así lo considera Miren Basaras (Bilbao, 1968), profesora del departamento de Inmunología, Microbiología y Parasitología en la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU. EITB.EUS le ha preguntado sobre las claves para entender, con perspectiva, lo que supone esta quinta ola y las prioridades para poder salir de ella.

Estos últimos días la CAV ha batido récords de contagios y positividad. ¿Se podría prever esta ola?

Más que olas, yo suelo referirme a ellas como ondas, porque creo que estamos en una misma ola desde que todo empezó, ya que la incidencia nunca ha bajado hasta 0, y por tanto, el virus no ha dejado de estar entre nosotros. Dicho esto, opino que estaba claro que esta onda epidémica iba a llegar. Hace un mes y medio se empezaron a relajar las medidas, y sabemos lo que pasa cuando se relajan las medidas. En esta ocasión, han coincidido, por lo menos, tres elementos: las aglomeraciones de gente, lo mismo en Mallorca que en puntos más cercanos, la relajación en el uso de la mascarilla y una nueva variante del virus. Todo ello ha propiciado una eclosión de contagios. La sociedad quizás haya interpretado que, la relajación de medidas y los avances en la vacunación suponen que esto empieza a estar controlado, pero esto no es así. En cuanto nos hemos relajado, los casos han vuelto a subir y la variante ha tomado fuerza.

Pese a ello, parece que la situación en los hospitales no es tan delicada como en ocasiones anteriores.

No, la situación en los hospitales no es la misma, pero, empezamos a ver que, poco a poco, suber los ingresos, aunque no lo hacen tanto los pacientes críticos. Eso es resultado de las vacunas, sin duda. Sin embargo, vemos que también llegan al hospital personas con la pauta completa de vacunación, y es que, las vacunas no confieren una inmunidad del 100 %, mucho menos en el caso de la variante delta.

Del mismo modo, empezamos a observar que las personas que se contagian, pasan la enfermedad asintomáticas o con síntomas leves, pero eso no les salva de sufrir efectos a largo plazo (cansancio, cefaleas, falta de concentración), ni a mayores, ni a jóvenes, ya que la vacunación no evita todo ello. 

La solución, no depende únicamente de la vacunación, ¿verdad?

Claro, la vacunación es una clave, pero no la única. Aquí los datos de vacunación son buenos, la mayoría de la gente se está vacunanda y muy poca gente se ha negado a hacerlo, pero el problema que tenemos en este momento es que la incidencia y transmisión es muy alta, y, cuanto más alta sea la transmisión, más fácil será contagiar, también, a la gente vacunada.

Si la tasa de positividad es alta, significa que el virus se está transmitiendo con gran comodidad. Evidentemente, la vacuna es un obstáculo, ya que las defensas de las personas vacunadas han cambiado y se enfrentan al virus. Pero eso genera una lucha entre el virus y las defensas, y el virus siempre intentará superar esas barreras; las variantes surgen cuando el virus muta para poder superar los obstáculos que se encuentra.

Por lo tanto, cuanto más alta es la transmisión, más posibilidades le damos al virus de cambiar y eso es un problema, porque no podemos saber qué cambios va a hacer y cómo va a actuar. No podemos darle esa oportunidad al virus.

Esto va para largo, no pensemos que con vacunarnos o con bajar esta curva se termina el problema. Subrayaría, además, que todo el mundo tiene que aportar lo suyo, si no lo hacemos todas y todos, le estamos dando opción al virus para que se expanda y mute, alargando todavía más la situación.

¿Opinas que los mensajes sobre el uso de la mascarilla han sido claros?

Creo que se ha emitido un mensaje erróneo, cuando cambió la ley del uso de la mascarilla en España, el mensaje fue 'vamos a quitar las mascarillas' y en mi opinión el mensaje debió de haber sido 'la mascarilla es obligatoria salvo en determinadas ocasiones'; si dices 'fuera mascarillas' la ciudadanía se quedará con eso y no leerá lo que prosigue.

Te has mostrado a favor de utilizar la mascarilla al aire libre, ¿también ahí hay riesgo?

En interiores la posibilidad de contagiarse es mucho mayor, más en lugares mal ventilados. En interiores deberíamos de pasar el mayor tiempo posible con la mascarilla puesta. El riesgo es mayor en interiores, más aún si nos quitamos la mascarilla para comer o beber.

Pero en exteriores también hay riesgo, menor, evidentemente, porque estamos al aire libre. Sin embargo, en lugares muy concurridos, como terrazas o aglomeraciones, solemos hablar más alto para poder escucharnos, a veces hasta gritamos. Con ello, hacemos más esfuerzo para hablar y las partículas de la boca y la saliva también se expulsan con más fuerza, favoreciendo la transmisión.

¿Las vacunas crean una sensación excesiva de seguridad?

Sí, ahora los jóvenes, por ejemplo, empiezan o van a empezar a recibir la primera dosis. A ellos les diría que no piensen que están protegidos con una sola dosis. Hay que tener en cuenta que tienen que pasar hasta tres semanas para que la primera dosis confiera una protección del 40% y dos semanas después de la segunda dosis se obtiene una protección mayor, que varía según la vacuna.

Sin embargo, con la nueva variante delta, el nivel de protección de las vacunas es del 85 %, lo que significa que incluso entre las personas vacunadas con la pauta completa, hay un 15% que no tiene protección frente al virus. Por lo tanto, aún con la vacuna, debemos cumplir las medidas de prevención.

¿Cómo prevés el próximo curso escolar?

Creo que el curso pasado ha ido bastante bien y que las medidas adoptadas han funcionado en general, claro que ha habido casos, pero, en general, ha ido bien. Tendremos que seguir así. Cuando empecemos en septiembre, por un lado, los mayores de 12 años no estarán todos completamente vacunados, por lo que habrá que completar esa vacunación. Por otro lado, hay menores de 12 años que no estarán vacunados. Se ha observado que también los más jóvenes se contagian y contagian, por lo que debemos protegerlos y, todos debemos mantener las medidas de protección.

Se prevé que en los cuatro primeros meses de comienzo de curso la transmisión sea alta, por lo que creo que debemos seguir con las mismas medidas, ventilación, burbujas, distancias, mascarillas... Luego habrá que ver la evolución.

Los test de autodiagnóstico se han puesto a la venta en farmacias esta semana. ¿Qué ventajas y riesgos observas?

Opino que la gran ventaja es la de tener un recurso más para quitar de circulación los positivos que se detecten gracias a los test. Pero es cierto que eso dependerá de la responsabilidad de las personas y de que comuniquen los resultados positivos. Sin embargo, el mayor riesgo lo veo en los falsos negativos, ya que en realidad la eficacia de estos test no es del 100 %, a lo que hay que añadir que tomar bien la propia muestra no es tan simple, ya que, una misma percibe antes el tope. Por lo tanto, hay que tener muy claro que puedes dar negativo sin ser negativo, lo que puede dar una falsa sensación de seguridad. Por ello, aun con un resultado negativo, será necesario cumplir con las medidas de prevención y protección.