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La comunidad nicaragüense de Pamplona reclama "justicia" para el temporero muerto

AGENCIAS | REDACCIÓN

Eleazar Blandón falleció el pasado 1 de agosto después de sufrir un golpe de calor y ser abandonado en un centro de salud en Murcia.

  • Imagen de la concentración que ha tenido lugar en Pamplona

    Imagen de la concentración que ha tenido lugar en Pamplona. Foto: EiTB

Euskaraz irakurri: Hildako sasoikako langilearentzat "justizia" aldarrikatu dute Iruñean

La comunidad nicaragüense de Pamplona ha organizado este domingo a mediodía una concentración para reclamar "justicia" para Eleazar Blandón, temporero nicaragüense que falleció el pasado 1 de agosto después de sufrir un golpe de calor y ser abandonado en un centro de salud en Lorca (Murcia).

Alrededor de una decena de personas se han congregado en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona donde han desplegado una bandera de Nicaragua y un cartel con la imagen de Eleazar Blandón y el mensaje 'No es trabajo, es esclavitud'. Además, han colocado sandías y lechugas en el suelo con un cartel con el mensaje 'En Navarra también pasa'. También han gritado consignas como 'Justicia para Eleazar', 'La Ley de Extranjería mata gente cada día' y 'Ninguna persona es ilegal'.

Dos representantes de los convocantes han leído, en castellano y en euskera, un comunicado en el que han relatado que Blandón "era un inmigrante recién llegado sin empadronamiento y solicitante de asilo político. En su país dejaba atrás el miedo a las represalias por haber participado en el levantamiento cívico en contra del régimen de Daniel Ortega en 2018".

Han relatado "la explotación laboral" que Blandón contó a su familia días antes de su muerte en un campo en Lorca donde "su jefe les llamaba 'burros sin valor', no les daba permiso para orinar ni descansar bajo la sombra, y tampoco les pagaba lo acordado", han censurado.

En este sentido, la comunidad nicaraguense de Pamplona ha asegurado que "en España hay muchos y muchas Eleazar, muchos rostros invisibilizados de temporeros que, por estar en situación irregular, aceptan cualquier oferta de trabajo para luego ser maltratados, humillados y estafados". "Mientras compramos cómodamente sandías y frutas en el supermercado, ¿cuántos Eleazar más faltarán para que las vidas de los inmigrantes sin papeles en España tengan valor?", se han preguntado los convocantes, que han remarcado que "las personas migradas también tenemos derechos y queremos trabajar dignamente bajo condiciones justas".