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Sociedad

Elhadji Ndiaye y George Floyd

Una concentración denuncia en Pamplona el "racismo estructural e institucional"

Agencia | Redacción

Más de mil personas han denunciado en el barrio de la Rochapea un racismo "que no cesa, que es insoportable, que no toleramos y frente al que nos levantamos con indignación y rabia".

  • Los concentrados con el puño en alto en Pamplona. Foto: EFE

    Los concentrados con el puño en alto en Pamplona. Foto: EFE

Euskaraz irakurri: Elkarretaratze batek "egiturazko arrazakeria" salatu du Iruñean

Más de mil personas se han concentrado este sábado en el barrio de la Rochapea de Pamplona para denunciar el asesinato el pasado 25 de mayo de George Floyd en Minneapolis y lamentar el "racismo estructural e institucional".

En la concentración, convocada por África Unida, Flor de África, EH 11Kolore, Karabana Mugak Zabaldu, Papeles y Derechos Denontzat, Iruñea Ciudad de Acogida y SOS Racismo Nafarroa, se ha leído un manifiesto en el que se denuncia un racismo "que no cesa, que es insoportable, que no toleramos y frente al que nos levantamos con indignación y rabia".

Acerca de la muerte de Floyd, se destaca que "la imagen de su cuerpo violentado, tendido en el suelo clamando auxilio, se suma a las miles de imágenes de violencia que atraviesa las vidas y los cuerpos de personas racializadas, que siguen categorizadas y empujadas a los múltiples márgenes que el sistema diseña para seguir justificando la opresión y el supremacismo".

Manifestantes tumbados en Pamplona. Foto: EFE

Estas imágenes, se indica en el comunicado, "traen a nuestra memoria las de otra detención", la del senegalés Elhadji Ndiaye, que falleció en dependencias policiales tras ser detenido en la Rochapea, un suceso al que siguió "un silencio atroz de un sistema que nos quiere asimismo calladas, cómplices y víctimas, sin derechos".

"La movilidad y la libertad de las personas migradas y racializadas están restringidas de múltiples maneras todos los días del año"

"Es este sistema, representado por las instituciones, el que nos sigue etiquetando, categorizando y dividiendo, condicionando nuestros derechos a nuestro origen, género y racialización, creando espacios donde poder experimentar con los límites normativos y la exclusión", se lamenta en el manifiesto.

Hasta hace poco, se subraya, "la movilidad en estas calles estaba restringida para controlar una pandemia" y ahora "es imprescindible recordar que la movilidad y la libertad de las personas migradas y racializadas están restringidas de múltiples maneras todos los días del año".

En este sentido, se resalta que se limita su movilidad "a través de un racismo institucional que toma forma de Ley de Extranjería y necropolítica migratoria, a través de los obstáculos en el acceso a derechos fundamentales, a través de controles de identidad racistas, que se convierten en antesala de detenciones violentas, internamientos en los CIE, expulsiones o la propia muerte".

Lo sucedido en Minneapolis, agrega, "nos recuerda lo urgente, imprescindible y transversal que es la lucha antirracista, y lo necesarias que son las redes de resistencia y apoyo mutuo, tejidas desde los márgenes, redes diversas y fuertes, desde la que organizar la rabia y construir alternativas".

"Nuestro grito de hoy se une al de todas las personas que se levantan contra el racismo estructural, contra el colonialismo, contra el supremacismo de quienes quieren seguir manteniendo un orden mundial basado en la jerarquización del poder", concluye el comunicado.

Un manifestante sujeta un cartel en Pamplona. Foto: EFE