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CORONABULOS

Bulos, cuando una buena falsa historia es más atractiva que la realidad

agencia | redacción

La crisis producida por la pandemia del coronavirus crea un terreno abonado para que surjan informaciones falsas que se propagan de manera incontrolable a través de las redes sociales y WhatsApp.

  • La palabra Fake News formada con piezas del Scrabble

    Fake News. Foto: Imagen de Wokandapix en Pixabay

Euskaraz irakurri: Buloa, faltsua den istorio on bat errealitatea baino erakargarriagoa denean

Los bulos se cuentan a cientos en situaciones de incertidumbre y gran transcendencia, como sucede con la crisis de coronavirus y sus correspondientes coronabulos. Unas historias falsas que, en ocasiones, son más atractivas que la propia realidad.

EFE se ha entrevistado con los psicólogos sociales Guillermo Fouce y Juan Carlos Revilla para hablar sobre la oleada de bulos que nos invade relacionada con el coronavirus.

El cierre de supermercados, hacer gárgaras con agua y vinagre para prevenir el coronavirus, las propiedades curativas del eucalipto o del té y el café frente a la COVID-19, cajas llenas de material sanitario que resulta ser folios o una amplia colección de afirmaciones falsas sobre políticos, son solo una muestra de los bulos desmentidos por grupos de verificadores.

Sin embargo, los bulos y la desinformación siguen ahí cada día porque las actuales circunstancias crean un terreno abonado para que florezcan.

El efecto multiplicador de las redes sociales

En psicología social se suele usar una fórmula para determinar los momentos en que surgen más bulos. Cuanta más incertidumbre haya, unida a una información especialmente importante, "más bulos y más rumores se difunden", explica Fouce, profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

La ecuación se completa con la carga emocional. "Si el bulo es atractivo emocionalmente o visualmente se transmite mucho más", agrega el también presidente de la Fundación Psicología sin Fronteras.

Las redes sociales o servicios como WhatsApp tienen un efecto multiplicador y sin ningún control. Simplemente hay que lanzar un bulo y esperar a que funcione, a que se distribuya "de forma totalmente incontrolable", pues aunque se desmienta habrá personas que no lo sabrán y seguirán compartiéndolo.

"A veces, una buena historia es más atractiva que la realidad"

Pero además, "hay gente que prefiere creer el bulo a la información veraz", señala Fouce, para quien es "especialmente llamativo" que "a veces, una buena historia es más atractiva que la realidad".

El bulo es un tipo de información, aunque falsa, "llamativa y novedosa", que acaba calando "más en la gente que la información correcta a la que estamos acostumbrados", dice Revilla, presidente del Comité de Psicología Social de la Federación Española de Sociología.

Estamos en una sociedad "muy abierta a cuestionar cosas", lo que, de alguna manera, es "un legado de la ciencia", que nos dice que tenemos que mejorar nuestra manera de conocer la realidad poniendo en cuestión cosas que dábamos por descontadas.

Pero eso nos hace también "más presa fácil de la desinformación", en especial con los bulos científicos o sanitarios, porque los ciudadanos de a pie no tenemos acceso a todas las investigaciones -agrega Revilla- por eso, si nos llega una información que "parece verosímil la asumimos como posible".

Precisamente, la apariencia de verdad es otra característica de los bulos. "Son historias que pueden partir de algo que sea medianamente cierto", pero que se elabora para "crear una mentira", indica Fouce.

¿Qué hay detrás de los bulos?

Pero, ¿qué busca quién crea un bulo? Algunos los hacen sin darse cuenta. "Oyen una información y al transmitirla la deforman levemente, el siguiente hace lo mismo y el siguiente, hasta que al final es irreconocible. En todo ello hemos creado mucho ruido, mucha desinformación, pero sin mala intención", explica Revilla.

Y los hay que están construidos con "una intención soterrada, para establecer una crítica a una institución o un colectivo", agrega Fouce.

Sin olvidar el "protagonismo", aunque el bulo sea anónimo, quien lo ha creado sí puede ver su efecto y "tiene esa satisfacción de saber que ha tenido un impacto", pues con esa mentira "se busca una respuesta” y si la obtiene -precisa Fouce- "es una demostración poder".

Revilla apunta además la motivación de "congraciarse y lograr reconocimiento de los miembros de su propio grupo", pues el también profesor de la Universidad Complutense explica la sociedad como "grupos que ven la realidad de una manera determinada y en función de ella se retroalimentan".

Fouce destaca asimismo que "solemos sesgar la información que nos llega para reforzar aquello que pensamos". Los bulos "nos ayudan a crear o a adaptar la realidad a lo que creemos previamente" y nos "justifican para adoptar ciertas actitudes".

¿Y cuando la actual pandemia pase? El creador de bulos no desaparecerá, agrega el experto, "se transforma y se reconstruye" pues siempre hay temas que nos interesan y causan incertidumbre, "esas son las rendijas que aprovecha".

Sigue las recomendaciones contra el coronavirus de las autoridades sanitarias. Frente a las noticias falsas sobre el coronavirus, haz caso solo a fuentes oficiales. Y ante la sospecha de un bulo o fake news, escríbenos a coronabulos@eitb.eus o manda un WhatsApp al 600 900 454. No damos contestaciones directas: recibimos los avisos, los analizamos, y los desmentidos que conseguimos los publicamos en la página de bulos del COVID-19.