Sociedad
DESPRENDIMIENTO DE ZALDIBAR
Vecinos del entorno del vertedero de Zaldibar vuelven a exigir responsabilidades
EITB.EUS
La plataforma Zaldibar Argitu ha reclamado la localización de los dos trabajadores y que se adopten medidas para proteger la salud de los vecinos del entorno.
Euskaraz irakurri: Zaldibarko zabortegiaren inguruko bizilagunek "gertatutakoa argitzeko" eskatu dute
Vecinos de las localidades ubicadas en el entorno del vertedero de Zaldibar han vuelto a salir este jueves a la calle para exigir responsabilidades por el derrumbe del pasado 6 de febrero. El desprendimiento sepultó a dos trabajadores cuyos cuerpos continúan desaparecidos.
La plataforma Zaldibar Argitu ha convocado movilizaciones para la jornada de hoy en los cincos municipios del entorno del vertedero, en las localidades vizcaínas de Ermua, Zaldibar y Mallabia y las guipuzcoanas de Elgeta y Eibar, donde también ha llamado a secundar un paro entre las 12:00 y las 15:00 horas, que ha contado con el apoyo de los sindicatos ELA, LAB, CCOO, Steilas, Hiru y Etxalde.
La localidad guipuzcoana de Eibar ha sido escenario de una manifestación en el que han participado centenares de personas, tras una pancarta en la que se leía "Zaldibar argitu orain!. Trabajadores, salud, responsabilidades". Varios manifestantes también han portado carteles exigiendo la dimisión del consejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola.
Los convocantes han reclamado la localización de los dos trabajadores y que se adopten medidas para proteger la salud de los vecinos del entorno.
En nombre de la plataforma Zaldibar Argitu, el portavoz Jokin Bergara ha puesto de manifiesto que "Joaquín y Alberto siguen sepultados bajo tierra y aún no se han depurado responsabilidades" y ha considerado "un escándalo" la gestión de lo ocurrido. Ha acusado al lehendakari Iñigo Urkullu de "mirar para otro lado" y le ha preguntado quién es el responsable de esta catástrofe.
Tras afirmar que "son intolerables los silencios cómplices", ha considerado que "deberían dimitir por pura higiene democrática", ya que "no se puede poner en peligro la salud de 50.000 personas y actuar como sin nada hubiera pasado".