Sociedad
Entrevista a Cony Carranza
"No queremos seguir una sola receta de feminismo, sino feminismos en plural"
Naiara Ballesteros | eitb.eus
La galardonada con el premio Emakunde a la Igualdad 2019 espera que este domingo "nuestra congruencia de mujeres y feministas sea más que el 8 de marzo, porque esta lucha es de 365 días".
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Concepación Carranza junto a un grupo de mujeres migrantes. Foto: Cony Carranza
Euskaraz irakurri: "Ez dugu feminismo bakar bat jarraitu nahi, feminismoak pluralean baizik"
Concepción María Carranza, más conocida como Cony Carranza, es psicóloga y educadora popular feminista salvadoreña. Lleva más de 20 años en la CAV trabajando para lograr el empoderamiento de las mujeres, sobre todo el de las mujeres migradas, y el próximo 21 de abril recibirá el premio Emakunde a la Igualdad 2019.
El jurado ha destacado tu candidatura que está avalada tanto colectiva como personalmente por importantes mujeres de Euskadi que trabajan para lograr una sociedad más justa e igualitaria. ¿Cómo has recibido el galardón?
Me pilla de sorpresa, pero es un regalo. Es un reconocimiento por las cosas que he hecho desde el anonimato, sin olvidar a la cantidad de mujeres salvadoreñas de las que aprendí mucho. Tengo sentimientos encontrados de emoción y ganas de que este premio fuera para todas. Y sobre todo, compromiso, mucho compromiso, porque mi vocación ha sido ser maestra y eso me compromete mucho más a ser consecuente y a dedicar tiempo a las mujeres, especialmente migradas. El 21 de abril estaremos recibiendo ese premio y logrando que cada vez seamos más escuchadas y sea reconocido el racismo social e institucional que se vive e intentemos hacer cambios en nuestros pequeños entornos.
¿Cómo se trabajan los procesos de empoderamiento, concienciación y organización de mujeres?
Yo utilizo la metodología de la educación popular, que son metodologías participativas, donde hay mucho dibujo, movimiento del cuerpo, poesía, canto... Herramientas pedagógicas para poder reflexionar cada una sobre sus vivencias. Todas aprendemos de todas. Trabajamos en talleres, desde el juego, el silencio, desde la guía de preguntas. A través de estas metodologías liberamos a las mujeres, dándoles herramientas para que pasen de un papel de víctima y de exclusión a uno de liberación y emancipación. Son todas mujeres empoderadas que han tenido que tomar decisiones difíciles. Tomamos conciencia para quitar culpas y poder enfrentar las decisiones de manera más consciente. En definitiva, tratamos de que cada una ubique mejor su situación en su vida, entorno y la toma de decisiones.
¿Cómo es la vida de las mujeres que deciden dejar su hogar y su país?
La Ley de Extranjería es tremenda para nuestras vidas y nuestros cuerpos. Las mujeres vienen por múltiples causas para hacer un trabajo de cuidado del hogar que necesitamos y exigimos que sea reconocido porque las mujeres están sosteniendo los trabajos de cuidado aquí y en sus países de origen. Vayamos con esa mirada de conexión, de empatizar con esa realidad que no siempre podemos ver desde nuestro privilegio. Muchas veces no nos ha tocado ese momento en la vida y nos cuesta verlo. Es el momento para ver no solo la opresión de la otra sino mi opresión también. Necesitamos conectar con lo privilegiadas que somos para poder hacer una lucha mucho más justa en la que no falte nadie y estemos todas.
Grupo de mujeres migradas de Elorrio.
¿Crees que este 2020 los derechos de las mujeres y la igualdad de género están cobrando protagonismo?
Necesitamos crear protagonismo y tenemos que estar en todos los espacios, pero tenemos que hacerlo de la manera que cada una decida: en la calle, reunidas con amigas, celebrando, denunciando. Cada vez es más necesario estar donde queremos estar, y cobrando más protagonismo y denuncia sobre nuestras realidades.
¿Cuantas generaciones más son necesarias para que las mujeres y niñas ejerzan sus derechos?
Hemos desechado el mito de creer que habíamos logrado la igualdad; quizá es el camino, la utopía donde llegar algún día, pero está claro que no es así. Somos mujeres en plural y puede que mi opresión no sea la misma que la tuya (origen, edad, discapacidad, opción sexual), porque vivimos privilegios diferentes. Hasta que tomemos conciencia de que mi lucha también es la tuya no me atrevería a hablar de tiempos.
¿El cambio es posible a través del activismo colectivo?
Esta lucha es de todas, pero cada cual debe hacerla desde donde ella elija y desde donde le ilusione. No queremos seguir una sola receta de hacer feminismo, tenemos que hablar de feminismos en plural, pero que cada una haga su lucha desde donde le ilusiona y con los grupos con los que ellas quieran hacer su propia lucha. Yo, este 8M he decidido unirme al movimiento feminista de mi pueblo, en Santurtzi, con grupos de mujeres feministas, que tienen un programa muy potente, desde la calle, dejándose llevar por los sentidos, y no solo por las ideas, pluralizando espacios y formas de hacer y de decidir.
¿Un deseo para este 8M?
Que cada una decida donde le ilusiona estar, y que seamos muchas, pero que no seamos solo un número. Que nuestra congruencia de mujeres y feministas sea más que el 8 de marzo, porque esta lucha es de 365 días; Queremos una sociedad más justa e igualitaria para nuestras hijas, las hijas de nuestras hijas, las nietas, las sobrinas. Este domingo, donde estemos -de morado, con velas, con globos, con gritos, con tambores- deseo que estemos realmente ilusionadas y con el objetivo de que no vaya a ser solamente un día sino que sea tomar fuerza para continuar juntas y hermanadas porque lo necesitamos y lo merecemos.
Cony Carranza es especialista en metodologías emancipadoras y economía feminista.