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Sociedad

CASO CABACAS

Testigos niegan que hubiera incidentes cuando la pelota alcanzó a Iñigo Cabacas

AGENCIAS | REDACCIÓN

Los testigos de la acusación particular han asegurado que la plaza estaba "abarrotada" y que "no hubo ningún incidente" hasta que llegó la Ertzaintza y los agentes dispararon "indiscriminadamente".

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Los testigos de la acusación particular en el juicio por el caso de la muerte de Iñigo Cabacas han afirmado que se encontraban en el lugar celebrando la victoria del equipo rojiblanco cuando llegaron tres furgonetas de la Ertzaintza y "se pusieron a cargar, sin que hubiera pasado nada", mientras la plazoleta estaba "abarrotada" de gente.

Tras el testimonio ayer de los seis ertzainas acusados por homicidio imprudente, en la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Bizkaia, este martes ha sido el turno de los testigos de acusación, ejercida por la abogada de la familia Cabacas, Jone Goirizelaia, que reclama un total de 24 años de cárcel para los procesados e inhabilitación especial para ejercer su trabajo. Por su parte, la Fiscalía reclama la libre absolución.

"No les tiraron nada desde la plazoleta. No vi encapuchados lanzando nada. Algún objeto se lanzó después de empezar la carga", ha asegurado uno de los compañeros de la víctima, para señalar que una pelota de goma alcanzó a Iñigo en la cabeza.

"No he visto tanta cantidad de sangre en mi vida. No fue una carga justificada. No había necesidad de hacer esa carga. No pasaba nada que hiciera necesario que se disolviera a la gente", ha asegurado Javier López.

En la misma línea, ha testificado Ibai, otro amigo de Iñigo Cabacas, que ha afirmado que llegaron tres furgonetas de la Policía autonómica y bajaron los agentes "con escudos y pistolas" de pelotas de goma preparados, pero no escuchó ninguna orden de desalojo ni de que fueran a cargar.

"Empezaron a disparar indiscriminadamente. Lo único que pudimos hacer era protegernos y resguardarnos. Disparaban a lo que se movía en el callejón"

Este testigo ha explicado que, "de repente", comenzó la carga policial, pero no había "ningún altercado" que hiciese preciso el desalojo. "Empezaron a disparar indiscriminadamente. Vi pelotas que rebotaban en las paredes, vi como pasaban las pelotas. Lo único que pudimos hacer era protegernos y resguardarnos. Disparaban a lo que se movía en el callejón", ha indicado.

Por su parte, Eulalia Caballero, también citada por la acusación, ha relatado que estaba en Bilbao visitando a la familia y se encontraba, en el momento de los hechos, viendo el partido en la plazoleta del callejón, cuando oyó "disparos y disparos" que los ertzainas lanzaban "de frente y recto".

El conductor de un autobús que pasaba por el lugar la noche de los hechos ha asegurado que aquello era "una guerra campal". "Escuché zambombazos contra la chapa de abajo del autobús. Ni idea lo que podía ser", ha apuntado.

Además, ha apuntado que, por la calle María Díaz de Haro, subían furgonetas y ertzainas "preparados para disparar", pero desconoce si para "atacar o repeler" el ataque.

Goirizelaia: "Ha quedado claro que en el callejón no pasaba nada y que a pesar de ello se disparó"

En un balance de las dos sesiones del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Bizkaia, Jone Goirizelaia, abogada de la familia de Iñigo Cabacas, cree que ha quedado "claro" que en el callejón "no pasó nada" -incidentes-, sino solo una situación de "miedo" de la gente ante el ataque de quienes "tenían que defenderles", en alusión a la Ertzaintza.

De la jornada de ayer, primer día de juicio, en el que prestaron declaración los procesados, ha considerado acreditada "la total y absoluta falta de pericia profesional" de los ertzainas que formaron parte del dispositivo policial, y su desconocimiento de la utilización de las armas "y de las consecuencias" de ello.

La letrada cree "sorprendentes las contradicciones" que ha habido en los testimonios de los acusados, "evitando asumir responsabilidades", que "dejaron bien claro que se dieron las órdenes y que se disparó". "Eso es lo más importante", ha indicado.

En cuanto a la sesión de este martes, ha señalado que ocho de los diez testigos que han ofrecido su testimonio han destacado que "en el callejón no pasaba nada" antes de la intervención de la Ertzaintza. En esta línea, ha subrayado "el miedo que pasó la gente, la situación que vivió, la sensación de que aquellas personas que teóricamente les tenían que defender les estaban atacando, y sobre todo el dato clarísimo de que era un ambiente festivo y que nadie vio que lanzaran nada".

En su opinión, "lo que recoge la gente es lo reflejan las resoluciones judiciales", es decir, que se lanzó algún objeto, "pero todo el mundo coincide en que no era necesario que se diera una carga de estas características".

En este sentido, cree "muy importante" el testimonio de Eulalia, una catalana que socorrió a Iñigo Cabacas cuando resultó herido del pelotazo de goma en la cabeza, que había venido a Bilbao a visitar a la familia de su entonces pareja, y que ha asegurado que la "actitud" de los agentes era como si les "estuvieran fusilando".

"Ha quedado muy claro quiénes dispararon, cómo dispararon y, además, uniéndolo con el vídeo, nos está dando muchos indicios. Creo que entre dos versiones diferentes, el Tribunal tiene muchos elementos porque los testigos que vienen no son de parte, no los conoce nadie, es gente que incluso no es de aquí, y está contando lo que vio y lo que sufrió en primera persona", ha añadido.

Tras recordar que algunos de ellos incluso resultaron heridos durante la carga policial, ha dicho que es "una pena que los agentes de la Ertzaintza" procesados no hayan estado en la sala para oír sus declaraciones. "Han decidido no acudir, es su decisión y hay que respetarla, pero creo que les hubiera venido muy bien escuchar estos testimonios en directo", ha concluido.

Los hechos ocurrieron el 5 de abril de 2012 durante el dispositivo policial establecido con motivo del partido que se celebró en el viejo San Mamés entre el Athletic Club y el Schalke 04, calificado de alto riesgo. Tras el encuentro, en una carga de la Ertzaintza, en el callejón de María Díaz de Haro un pelotazo de goma impactó en la cabeza de Cabacas, que fue hospitalizado y falleció cuatro días después.