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Migración
Denuncian el endurecimiento de las medidas de acogida de migrantes en Irun
agencias | redacción
Irungo Harrera Sarea ha denunciado que "impiden el acceso a los dispositivos a todas aquellas personas que lleven más de 30 días en la península".
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Migrantes en el centro de Irun. Foto: Efe
Euskaraz irakurri: Migratzaileei harrera egiteko neurriak gogortu dituztela salatu dute Irunen
La Red de Acogida de Irun (Irungo Harrera Sarea) ha denunciado hoy el "endurecimiento" de las medidas requeridas a los migrantes que llegan a esta localidad guipuzcoana y que, según explica este colectivo, "impiden el acceso a los dispositivos a todas aquellas personas que lleven más de 30 días en la península".
Irungo Harrera Sarea (IHS) considera que este requisito "raya lo absurdo" y provoca "la restricción del acceso al albergue Martindozenea habilitado para migrantes", de forma que "nunca se ocupan las 60 plazas dispuestas por las instituciones para la acogida", mientras la llegada de personas continúa tras "un periplo de semanas" que, en su opinión, "no debería ser tenido en cuenta" para computar su estancia.
"Queremos recordar que no son estas personas quienes eligen a dónde son trasladadas, en qué condiciones y con qué garantías. Muestra de todo ello son las malas condiciones de higiene, falta de alimento y desorientación con las que llega un gran número de ellos hasta nuestra ciudad", aclara la nota.
"Para tener acceso al albergue, se exige que los migrantes aporten la orden de expulsión de la Policía, documento que no todos tienen, lo que deja fuera a un buen número de personas, entre ellas mujeres. Todas ellas acaban durmiendo bajo un toldo en el exterior de Lakaxita, habiendo más de 40 plazas vacías en Martindozenea", denuncia IHS.
Esta red ciudadana lamenta además que "los constantes cambios en las decisiones y en las informaciones" hayan "provocado" que Cruz Roja, entidad que gestiona el albergue, "no permita que la estancia supere los tres días, aunque de nuevo, ayer la Mesa Interinstitucional volvió a fijar como estancia máxima los cinco días".
"Por otro lado, la rigidez de horarios del centro obliga a los migrantes a permanecer fuera durante la mayor parte del día, por lo que el gaztetxe Lakaxita cubre esa necesidad de 'centro de día' desde hace dos meses", concluye el comunicado.