Sociedad
Curiosity
La NASA encuentra moléculas orgánicas en rocas de Marte de 3.000 millones de años
Agencias | Redacción
“Podría ser una prueba de vida anterior, pero también podrían pertenecer a un meteorito u otras fuentes", ha dicho el director de la división de Exploración del Sistema Solar de la NASA.
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El robot explorador Curiosity en Marte. Foto: EFE
Euskaraz irakurri: Marteko harkaitzetan molekula organikoak aurkitu ditu NASAk
La NASA ha anunciado hoy que su robot explorador Curiosity, una misión que aterrizó en Marte en 2012, encontró moléculas orgánicas en rocas del planeta rojo formadas hace 3.000 millones de años, un hallazgo que podría indicar que allí hubo vida.
"Este es un descubrimiento muy emocionante, pero no podemos confirmar aún el origen de estas moléculas. Podría ser una prueba de vida anterior, pero también podrían pertenecer a un meteorito u otras fuentes", ha dicho Paul Mahaffy, director de la división de Exploración del Sistema Solar de la NASA, en una comparecencia en el canal de la agencia espacial.
A pesar de que aún no está claro el motivo de la creación de estas moléculas, la NASA ha destacado que este tipo de partículas podría haber sido la fuente de alimento de una hipotética vida microbiana en Marte.
De este modo, los datos recopilados por Curiosity revelan que hace miles de millones de años, un lago de agua dentro del cráter Gale contenía todos los ingredientes necesarios para la vida, incluidos los componentes químicos y las fuentes de energía.
La exploración del robot Curiosity, que ya descubrió en 2013 los primeros indicios de agua en el planeta Marte, también determinó que la concentración de metano en la atmósfera de ese planeta cambia con las estaciones.
Las mediciones realizadas por Curiosity en el cráter Gale han descubierto que los niveles atmosféricos de metano en el planeta rojo siguen un ciclo estacional y han confirmado que es más alta en torno a los equinoccios (primavera y otoño) y menos en los solsticios.
Aunque el origen del gas sigue siendo desconocido, una de las principales teorías sostiene que procedería de unos reservorios en el subsuelo llamados "clatratos", en los que pudo haber quedado atrapado en el pasado, según investigadores del Centro de Astrobiología (CAB) español, que participaron en el estudio.