Sociedad
Explotación sexual
Cae una red afincada en Bilbao que obligaba a mujeres a prostituirse
Agencias | Redacción
La Policía Nacional ha desarticulado una red de explotación sexual de mujeres que actuaba en Bilbao y Benidorm, y ha detenido a 6 personas en Bilbao y 3 en Alicante. Siete mujeres han sido liberadas
Euskaraz irakurri: Emakumeak prostituitzera behartzen zituen sare bat desegin dute Bilbon
La Policía Nacional ha desarticulado una red de explotación sexual de mujeres en clubes de Bilbao y Benidorm (Alicante), en una operación coordinada que se ha saldado con seis detenidos en Bilbao y tres en Alicante. Seis de estas nueve personas han ingresado en prisión.
Además, en total, siete mujeres han sido liberadas en la operación conjunta de los agentes, y quedarán a disposición de las Administraciones Públicas. Una de las siete víctimas se encontraba en Bilbao y el resto en la localidad alicantina, aunque todas ellas han pasado por la capital bilbaína.
Según ha informado la Policía Nacional, la organización era dirigida por tres mujeres de origen nigeriano que privaban a las víctimas, jóvenes de su misma nacionalidad, de libertad y las obligaban a prostituirse todos los días de la semana en jornadas de más de 14 horas.
Un dispositivo montado para la detección de víctimas de trata de seres humanos en las zonas de prostitución callejera de Bilbao fue lo que empujó a una de ellas a contar su situación a los agentes.
Falsas promesas de trabajo
La organización captaba a mujeres muy jóvenes que vivían en su país de origen en la más absoluta pobreza con falsas promesas de un trabajo digno y bien remunerado en Europa. Tras aceptar dichas ofertas, las víctimas eran sometidas a rituales de vudú, una especie de contrato por el cual prometían fidelidad a la organización y que, en caso de incumplimiento, las acarrearía terribles consecuencias e incluso la muerte, tanto a ellas como a sus familias.
Después, la organización trasladaba a las víctimas hasta Libia, custodiándolas allí hasta que podían enviarlas a Italia, para lo cual no dudaban en poner en riesgo sus vidas, acomodándolas en cualquier tipo de embarcación carente, en la mayoría de los casos, de cualquier medida de seguridad: hay pruebas, según la Policía, de que dos de las víctimas de esta organización tuvieron que ser recogidas por un barco de rescate tras hundirse la nave en la que viajaban en el Mediterráneo, pereciendo ahogados varios de los inmigrantes.
En Bilbao eran aleccionadas para que solicitaran asilo evitando su posible expulsión en caso de ser identificadas por la Policía, y eran informadas de la deuda contraída con la organización (entre 40 000 y 45 000 euros) y de que para saldarla tendrían que ejercer la prostitución.
Así, y una vez documentadas como solicitantes de asilo, las víctimas eran trasladadas a Benidorm, donde la organización disponía de otros pisos y de personas de confianza encargadas de iniciarlas y mantenerlas en el ejercicio de la prostitución.