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Sociedad

Frente al Congreso

Piden que se desestime el recrecimiento del embalse de Yesa

Agencias | Redacción

Las asociaciones Río Aragón y Yesa+NO, convocantes del acto, han calificado de 'temeridad absoluta' la elevación de la altura de la presa que contempla el proyecto.

Representantes políticos, organizaciones ecologistas y miembros de plataformas ciudadanas se han concentrado hoy en Madrid frente al Congreso de los Diputados para pedir el abandono del proyecto de recrecimiento del pantano navarro de Yesa.

Las asociaciones Río Aragón y Yesa+NO, convocantes del acto, han calificado de "temeridad absoluta" la elevación de la altura de la presa que contempla el proyecto, que amenazaría la seguridad de municipios aragoneses y navarros ubicados aguas abajo.

La concentración, que ha reunido bajo el lema 'Yesa, ni una legislatura más' a unas 400 personas, según la organización, ha contado con el apoyo de Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife, WWF, la Plataforma en Defensa del Ebro y la Fundación Nueva Cultura del Agua, entre otros.

Además han acudido representantes políticos de Geroa Bai, Podemos, EH Bildu y Unidad Popular, a quienes los convocantes han entregado un documento que recoge sus propuestas de resolución del conflicto y un llamamiento para que se promueva un debate institucional sobre el mismo.

El proyecto de recrecimiento de la presa de Yesa fue cuestionado desde sus inicios, en la década de 1980, y siempre ha contado con una fuerte oposición social, sobre todo desde que se detectaron los primeros deslizamientos de tierra.

Iker Aramendia, portavoz de la Asociación Yesa+NO, ha asegurado que "quienes vivimos aguas abajo de las presas tenemos una sensación permanente de hipotético riesgo".

En su opinión, en este momento "se puede propiciar un cambio de política, hay que cambiar el chip de manera radical y es ahora cuando se lo tenemos que decir a los políticos".

El embalse de Yesa, situado en el río Aragón, a caballo entre Aragón y Navarra, se construyó en 1959 y su llenado motivó el desalojo de 1.500 personas de tres pueblos, aunque fue a partir de 2007 cuando una sucesión de deslizamientos despertó la alarma.