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Sociedad

El pontificado de Francisco

Un papa 'pecador' e 'indisciplinado' para lavar la cara a la Iglesia

D.P. | eitb.com

A la espera de sus primeras reformas de calado, Francisco ha hecho temblar ya al sector más inflexible del Vaticano.

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El papa Francisco ha vuelto a mostrar su lado más rupturista en una sorprendente entrevista ofrecida a La Civiltà Católica y otra decena de revistas jesuitas. Sorprendente, por lo sorprendete de las declaraciones efectuadas. Sorprendentes para un pontífice, se entiende.

No es para menos, el papa ha defendido la presencia de la mujer en los cargos de poder de la Iglesia ("Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia"); ha criticado que la Iglesia esté "obsesionada" con el matrimonio homosexual, el aborto y los anticonceptivos; se ha definido políticamente al aseverar que "jamás he sido de derechas" y se ha confesado "pecador".

Cuando se cumplen seis meses de pontificado, el lavado de cara a la Iglesia iniciado por el papa Francisco parece haber tomado velocidad en las últimas semanas, pese a que advierte de que las reformas tardarán "un tiempo" en llegar.

Más allá de los gestos de sencillez y humildad demostrados desde que fue designado (el último, conducir un 'cuatro latas' de segunda mano), que al fin y al cabo no son más que eso, gestos, el pontífice ha tomado decisiones que han hecho temblar al sector más inflexible del Vaticano, como abrir las puertas de la Santa Sede a la hasta ahora perseguida Teología de la Liberación, recibiendo a uno de sus creadores, el peruano Gustavo Gutiérrez, e incluso dedicando espacio a sus reflexiones en L'Osservatore Romano.

Una de las decisiones más esperadas la tomó a finales de agosto, cuando nombró secretario de Estado al hasta entonces nuncio en Venezuela, el italiano Pietro Parolin, de 58 años, en sustitución del cardenal Tarcisio Bertone. Aunque aún ni siquiera ha tomado posesión del cargo, el que será el 'número dos' del Vaticano ya ha creado gran expectativas al abrir la puerta a la posibilidad de eliminar el celibato de los curas.

El nombramiento del nuevo secretario de Estado era uno de los más esperados en este inicio de pontificado del papa argentino, después de que Bertone, de 78 años, resultara salpicado por el escándalo de las filtraciones de los documentos vaticanos, en los que se le acusaba de mala gestión y de abuso de poder.

Otra de las decisiones más importantes del papa Jorge Mario Bergoglio fue el nombramiento de una comisión de investigación para reformar el llamado banco del Vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), envuelto desde hace años en numerosos escándalos financieros.

El pontífice creó esta comisión, formada por cinco miembros con carta blanca para investigar todo lo que ocurra en la sede del IOR y constituyó además otro grupo de estudio, compuesto por ocho miembros, para reformar la estructura económica administrativa de la Santa Sede.

También constituyó una comisión para reformar la Curia, otra de las decisiones aguardadas con especial interés en este pontificado, que comenzará a trabajar en octubre, aunque sus cinco miembros ya están estudiando lo encargado.

Del mismo modo, hay que resaltar las costumbres 'mundanas' del pontífice, que han sido recibidas con agrado en Italia.

Así, lo primero que hizo fue desprenderse de oropeles. Calza zapatos negros y no los rojos papales y se aloja en la residencia Santa Marta, una dependencia del Vaticano, junto con obispos y sacerdotes y no en el palacio apostólico.

Asimismo, destacan sus paseos por la plaza de San Pedro en los que saluda y besa a niños y enfermos, la llamadas por teléfono a gentes necesitadas, los llamamientos para el fin de la guerra en Siria con la imponente Vigilia celebrada el pasado 7 de septiembre, las frases diarias en twitter y el tiempo que le gusta pasar rodeado de gente.

Francisco quiere que los sacerdotes hagan lo mismo y les insta a mezclarse con la gente, a salir fuera de la iglesia y buscar lo que él llama "Iglesia de la periferia"; en suma, a ejercer de pastores de los más pobres.

El papa mantiene a los guardias de seguridad en vilo y él mismo ha revelado que de vez en cuando en el Vaticano le recriminan que es "indisciplinado".

Sin embargo, en estos seis meses de pontificado del papa "indisciplinado" se ha pasado "de una Iglesia asediada por miles de problemas a una Iglesia que se ha abierto", según ha apuntado el que próximamente será su colaborador más cercano, el anteriormente citado Pietro Parolin.