Sociedad
Decisión de Nuclenor
Garoña, desconectada de la red eléctrica
Redacción
Nuclenor decidió este viernes su desconexión ante la entrada en vigor de las nuevas tasas y que supondrían el pago de 153 millones de euros. No obstante, el cierre podría ser "revertido".
Nuclenor ha desconectado este domingo de la red eléctrica la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), tras el acuerdo alcanzado este viernes por el Consejo de Administración. Tras la desconexión, se trasladar el combustible del núcleo a la piscina de almacenamiento.
Fuentes de la empresa propietaria han insistido en que la planta no cierra por razones técnicas ni políticas, sino meramente económicas, al no poder soportar la nueva tasa que tramita estos días el Parlamento y que, salvo cambios, supondría para Garoña el pago de 153 millones de euros al año si se encuentra operando el 1de enero de 2013.
El argumento de la empresa propietaria de Garoña era el elevado coste de las mejoras que debían llevar a cabo para seguir operando, según las exigencias del Consejo de Seguridad Nuclear, que se elevaba a más de 140 millones de euros, aunque sobre todo la incertidumbre sobre la aplicación de nuevas tasas e impuestos, agravada ahora por la tasa que tramita el Parlamento sobre el combustible de la planta.
Por su parte, el presidente del comité de empresa ha reconocido a Radio Euskadi que los trabajadores de Garoña desconocen en estos momentos si el cierre será definitivo desde hoy o si puede ser reversible.
Es ''reversible''
En todo caso, la compañía ha precisado que el cierre definitivo antes del 31 de diciembre podría "revertirse" en caso de que la ley finalmente no fuera promulgada o lo fuera en términos diferentes a los actuales. La compañía tiene autorización para operar hasta julio de 2013.
Nuclenor ha desconectado este domingo de la red eléctrica la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), tras el acuerdo alcanzado este viernes por el Consejo de Administración. Tras la desconexión, se trasladar el combustible del núcleo a la piscina de almacenamiento.Fuentes de la empresa propietaria han insistido en que la planta no cierra por razones técnicas ni políticas, sino meramente económicas, al no poder soportar la nueva tasa que tramita estos días el Parlamento y que, salvo cambios, supondría para Garoña el pago de 153 millones de euros al año si se encuentra operando el 1de enero de 2013.El argumento de la empresa propietaria de Garoña era el elevado coste de las mejoras que debían llevar a cabo para seguir operando, según las exigencias del Consejo de Seguridad Nuclear, que se elevaba a más de 140 millones de euros, aunque sobre todo la incertidumbre sobre la aplicación de nuevas tasas e impuestos, agravada ahora por la tasa que tramita el Parlamento sobre el combustible de la planta.Por su parte, el presidente del comité de empresa ha reconocido a Radio Euskadi que los trabajadores de Garoña desconocen en estos momentos si el cierre será definitivo desde hoy o si puede ser reversible. Es ''reversible''En todo caso, la compañía ha precisado que el cierre definitivo antes del 31 de diciembre podría "revertirse" en caso de que la ley finalmente no fuera promulgada o lo fuera en términos diferentes a los actuales. La compañía tiene autorización para operar hasta julio de 2013.