Urkullu, López, Ibarretxe y Garaikoetxea ensalzan la figura y el legado del lehendakari Ardanza

El lehendakari Iñigo Urkullu ha mostrado su tristeza ante la muerte del que fuera también lehendakari José Antonio Ardanza, y ha destacado su trabajo "sin descanso" por la paz y la convivencia y por la recuperación económica e industrial.

Urkullu, en un mensaje publicado en Facebook, ha recordado al que fuera lehendakari desde 1985 hasta 1999, y ha dicho que siempre actuó "en representación del Partido Nacionalista Vasco", además de desarrollar "una intensa actividad de gestión tanto en el ámbito cooperativo como de la empresa".

"El lehendakari Ardanza trabajó sin descanso por la Paz y la Convivencia, así como en favor de la recuperación económica e industrial de Euskadi", ha subrayado el actual lehendakari.

Ardanza, el lehendakari que luchó por la cohesión entre diferentes

Además, ha dicho que durante las últimas semanas ha mantenido un contacto "permanente" con la familia Ardanza, y que les ha trasmitido sus condolencias.

"El lehendakari Ardanza ha sido un referente político e institucional de primer orden en Euskadi. Persona de sólidos valores humanistas y democráticos, defendió su ideario siempre desde el respeto a los derechos humanos, la pluralidad y la convivencia democrática", ha añadido.

Por su parte, el lehendakari Juan José Ibarretxe ha dicho que se ha ido una parte del pueblo vasco, aunque con lo que hizo otra se quedará para siempre. Ibarretxe se ha despedido de Ardanza a través de la red social X. "Saludos y honores", ha escrito. "Con el lehendakari Ardanza una parte de nuestro pueblo se ha ido, pero con lo que hizo otra gran parte se quedará con nosotros para siempre", ha señalado.

El lehendakari y actual portavoz socialista en el Congreso Patxi López ha lamentado el fallecimiento de Ardanza y ha destacado que fue quien "construyo las bases para crear la Euskadi de hoy". ''Ardanza fue un lehendakari que entendió que el diálogo era la manera de construir un país'', ha agregado.

"Más que tropiezos, diferencias profundas", son las palabra que ha utilizado el lehendakari Carlos Garaikoetxea para referirse a la crisis política que en 1985 forzó su dimisión y dio el relevo a José Antonio Ardanza. Sin embargo, en perspectiva, Garaikotxea se queda con el recuerdo de "lo que les unía".