Política
Coronavirus
Etxerat denuncia que 5 presos no pueden disfrutar de permisos por estar lejos de casa
agencias | redacción
Etxerat atribuye esta situación al "recorte de derechos de los presos" con motivo de la crisis sanitaria y a que no se celebran juntas de tratamiento desde marzo
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Protesta de Etxerat, en una imagen de archivo. Foto: Efe
Euskaraz irakurri: Etxeratek salatu du 5 presok ezin dituztela baimenak baliatu etxetik urrun daudelako
La asociación de familiares de presos vascos Etxerat ha denunciado hoy que cinco de estos reclusos "no pueden disfrutar de salidas de fin de semana y otros permisos" por encontrarse en cárceles situadas en provincias distintas a sus lugares de origen.
Etxerat ha asegurado este jueves en un comunicado que los afectados son Jagoba Codó, que cumple condena en la prisión de Logroño y "disfrutaría de permiso si estuviera en Gipuzkoa"; Xabier Agirre y Oier Urrutia, alaveses en la cárcel de Logroño; e Idoia Martínez y Fernando Alonso, encarcelados en Asturias y procedentes de Araba y Gipuzkoa, respectivamente.
Ha precisado que Agirre, Alonso y Codó, están en tercer grado y si estuvieran presos en su provincia podrían salir a diario y/o los fines de semana, por lo que pide "su rápido traslado a sus domicilios bajo control telemático o que sean adscritos a los centros de sus respectivas provincias".
Etxerat atribuye esta situación al "recorte de derechos de los presos" con motivo de la crisis sanitaria y a que no se celebran juntas de tratamiento desde marzo, lo que no ha permitido proponer ni aprobar nuevos permisos, tanto para los tres reclusos citados como para los otros dos, que están clasificados en segundo grado.
Esto supone, a su juicio, "un agravio comparativo" respecto al resto de la población reclusa, dado que en esta fase del estado de alarma ya se permiten visitas a las cárceles.
En breve se cumplirán tres meses sin visitas, lamenta Etxerat, que insiste en que "no puede pasar un sólo día más sin que se inicie el acercamiento" de todos los presos, ni se ponga en libertad a los que están enfermos y tienen más de 65 años. "No queda ya lugar para mantener una situación cruel y totalmente discriminatoria", concluye.