Agentes policiales declaran en la tercera sesión del juicio

La Audiencia Nacional ha celebrado hoy la tercera sesión del juicio del caso Bateragune.

En apenas hora y media de sesión, han declarado una docena de policías en calidad de testigos. La Fiscalía ha renunciado sobre la marcha a otros ocho.

Durante las breves declaraciones, de pocos minutos cada una, los agentes se han limitado a ratificar lo que expusieron en sus actas durante la investigación y han respondido con frecuentes "no me acuerdo" cuando las acusaciones o la defensa han querido entrar en detalles.

Uno de los agentes ha confirmado que el 30 de abril de 2009 siguieron a Arnaldo Otegi, Santiago Orue y un varón que no identificaron en coche a Iparralde, donde se "encontraron" con el exmiembro de ETA Jokin Etxebarria Lagisquet.

El agente ha relatado que, una vez en Iparralde, todos ellos se subieron en un mismo coche y realizaron una "conducción anormal" para evitar ser seguidos.

El juicio se reanudará mañana a las 10:00, con la declaración de más agentes. A continuación comenzarán a declarar los testigos de la defensa, entre los que se encuentran sindicalistas como Txiki Muñoz (ELA), Ainhoa Etxaide (LAB) y Unai Sordo (CCOO); y e históricos de la izquierda abertzale como Floren Aoiz y Tasio Erkizia.

La sesión de ayer estuvo marcada por las declaraciones de Rufi Etxeberria y la imputada Miren Zabaleta, y por las intervenciones de la juez Ángela Murillo.

Etxeberria, en calidad de testigo, declaró que los ocho imputados se unieron "por la deriva en la que se encuentra sumida la izquierda abertzale" y para "cambiar su estrategia por vías democráticas y pacíficas".

Según explicó, tras el proceso de reflexión interno la izquierda abertzale concluyó que "la lucha armada se debe cerrar de una vez por todas".

Por su parte, Zabaleta afirmó que Otegi le comentó su diagnóstico "de bloqueo del conflicto" y le planteó la "necesidad" de "dejar de lado la violencia política".

Al término de su declaración, la juez Ángela Murillo preguntó a Zabaleta qué es la "violencia política". "¿Un tiro en la nuca? ¿un atentado?, ¿eso es violencia política?", ha interpelado.

Murillo vio oportuno también comentar el abrazo con el que Rufi Etxeberria saludó a Otegi."Le conoce y le quiere una barbaridad, por lo que he visto", dijo.