Internacional
DOCUMENTACIÓN
Así son los centros de retención para migrantes construidos por Italia en Albania
EITB Media
La instalación de los centros de Schengjin y Gjader, en el noroeste del país balcánico, es el resultado de un polémico acuerdo entre Italia y Albania que externaliza en suelo albanés la gestión de solicitud de asilo y posible repatriación de personas rescatadas en el Mediterráneo.
Euskaraz irakurri: Honelakoak dira Italiak pertsona migratzaileentzako Albanian eraiki dituen atxikitze zentroak
El Gobierno de Italia ha puesto en marcha dos centros de retención para personas migrantes en Albania, tras un polémico acuerdo con el país balcánico que externaliza en suelo albanés la gestión de solicitud de asilo y posible repatriación de personas rescatadas en el mar Mediterráneo que busquen llegar a Italia.
Las personas migrantes rescatadas por las autoridades italianas serán sometidas a controles sanitarios y de identificación a su llegada para posteriormente verificar que cumplen los requisitos: proceden de países seguros, masculinos y no vulnerables, según han informado fuentes del Ministerio italiano del Interior, que está a cargo de la iniciativa.
Los centros de Schengjin y Gjader, en el noroeste de Albania, se encuentran operativos desde la semana del 7 de octubre. El acuerdo entre ambos países estipula que "los migrantes no pueden abandonar las instalaciones y vagar libremente por Albania", según ha explicado el primer ministro albanés, Edi Rama, sobre el acuerdo entre ambos países.
Rodeados de muros de 5 metros de altura y vigilados por la Policía, estos dos centros migratorios están compuestos de barracones con capacidad para unas 900 personas cada una. Las personas migrantes no podrán salir de las instalaciones hasta que se resuelvan sus expedientes.
La televisión albanesa mostró el pasado viernes imágenes del centro de Gjadër que además de alojamientos con camas, dispone de una sala médica operativa, un laboratorio de análisis, una sala con instrumentos para radiografía y ecografía, y otra para visitas psicológicas y psiquiátricas.
Según las estimaciones de la oposición italiana, los centros "costarán al menos 800 millones de euros".
La iniciativa de Italia ha sido muy criticada por organizaciones humanitarias de rescate de migrantes u organizaciones no gubernamentales como Médicos Sin Fronteras (MSF).