Cerrar

Internacional

Estados Unidos

Trump ataca a la inmigración y Pelosi rompe el discurso del Estado de la Unión

Agencias | Redacción

El discurso ha estado marcado por la hostilidad entre republicanos y demócratas durante casi toda su intervención, que ha comenzado con el magnate dando la espalda a Nancy Pelosi.

  • Donald Trump niega el saludo a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

    Donald Trump niega el saludo a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Foto: EFE

Euskaraz irakurri: Trumpek immigrazioaren kontra egin du Nazioaren egoerari buruzko hitzaldian

Donald Trump,  el presidente de Estados Unidos, ha presumido este martes durante su discurso del Estado de la Unión de los logros económicos conseguidos, a la vez que ha atacado a todas aquellas personas que cruzan la frontera con México de manera ilegal, prometiendo además una legislación con la que poner fin a la atención sanitaria que, ha dicho, se le brinda de manera "gratuita" a los "extranjeros ilegales".

El mandatario también ha hecho referencia de los acuerdos en materia fronteriza con México, Guatemala y El Salvador y ha destacado la necesidad de seguir construyendo un muro en la frontera que ayude a contener la inmigración ilegal y acabar así con "las terribles lagunas explotadas por criminales y terroristas para ingresar" en Estados Unidos.

El discurso de Trump en el Capitolio ha estado marcado por la hostilidad entre republicanos y demócratas durante casi toda su intervención, que ha comenzado con el magnate dando la espalda a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, cuando ella le ha ofrecido la mano.

En respuesta, Pelosi, quien lidera la Cámara de Representantes, el órgano que ha sacado adelante el juicio político ('impeachment') contra el presidente, al cual no se ha referido durante su comparecencia, ha roto el discurso de Trump una vez hubo finalizado.

En su tercer discurso sobre el Estado de la Unión, Trump ha sacado pecho de sus políticas económicas, como demuestra, ha dicho, que con él al frente de la Casa Blanca la "economía está mejor que nunca".

El presidente de Estados Unidos también ha dicho que quiere dar a los enfermos terminales la "oportunidad" de curarse en el país, por lo que promoverá el acceso a tratamientos experimentales para que no tengan que "ir de país en país buscando una cura".

Además, ha pedido al Congreso que apruebe una ley para restringir los abortos tardíos, alegando "que cada vida humana es un regalo sagrado de Dios".

El presidente de Estados Unidos ha insistido en que las sanciones contra la economía iraní seguirán vigentes hasta que el Gobierno de Teherán "abandone su política de armas nucleares y deje de difundir la muerte y el terror."

"Podemos ayudarles a recuperarse en poco tiempo. Quizás sean demasiado orgullosos o sean demasiado tontos para pedir ayuda. Veamos qué camino eligen", ha expresado el magnate, quien también ha celebrado el ataque que acabó con la vida del general iraní Qasem Soleimani, al que ha calificado como "el mayor terrorista del mundo".

Donald Trump se ha vanagloriado también de haber impuesto "severas" sanciones a las que él ha llamado "dictaduras comunistas y socialistas" de Cuba y Venezuela, país que ha contado con la presencia de uno de sus ciudadanos, el autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, de gira internacional, a quien ha llamado "legítimo presidente", mientras se ganaba los vítores y los aplausos tanto de republicanos como de demócratas.

El magnate también ha tenido unas palabras para el "régimen depravado" de Corea del Norte, cuya "búsqueda imprudente de misiles nucleares podría muy pronto amenazar", ha vaticinado, la seguridad de Estados Unidos.

Por otro lado, en contraposición a los comportamientos machistas de Trump, muchas legisladoras demócratas han vestido de blanco para conmemorar el centenario de la ratificación de la Constitución de EE. UU., que concedió a las mujeres el derecho a voto.