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Economía

Cierre de BSH Esquíroz

La plantilla de Esquíroz y el Gobierno de Navarra piden a BSH que dé marcha atrás en su anuncio de cierre

Agencias | EITB Media

Una representación del gobierno foral se ha reunido esta mañana con la dirección de la factoría navarra, quien apenas ha dado detalles de la decisión. Los trabajadores se han concentrado frente al Parlamento para protestar por una medida que consideran "injusta y totalmente desproporcionada".

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Pamplona, esta mañana. Imagen obtenida de un vídeo de EITB Media.

Euskaraz irakurri: BSHri Eskirotzeko lantegia ixteko erabakian atzera egiteko eskatu diote langileek eta Nafarroako Gobernuak

La plantilla de BSH Esquíroz, compuesta por 655 personas, y el Gobierno de Navarra han demandado este miércoles al fabricante de electrodomésticos alemán que reconsidere su anuncio de cierre, aduciendo que la empresa "tiene futuro" y que el cierre es una "medida injusta y totalmente desproporcionada".

La dirección de BSH informó por carta el lunes tanto al comité de empresa como a las instituciones de su intención de cesar toda actividad en la factoría.

El consejero de Industria, Mikel Irujo, y consejera de Empleo, Carmen Maeztu, se han reunido esta mañana con la dirección de la factoría ubicada en Esteribar. Posteriormente, ambos han comparecido en la rueda de prensa posterior a la sesión semanal del Gobierno de Navarra para avanzar lo tratado en el encuentro. Esta tarde está previsto que el comité de empresa se reúna con el gobierno foral.

Según ha señalado Irujo, el Gobierno foral ha trasladado a la dirección de BSH su "malestar" por la comunicación "abrupta" de su decisión de cierre de la planta de Esquiroz en Navarra, pese a sus requerimientos de información durante los meses pasados, y ha plateado su voluntad de trabajar "por el futuro de esta empresa, porque lo tiene".

Los directivos de la factoría han justificado su decisión por la "pérdida de cuota de mercado y sobrecapacidad de producción de la planta" y ha negado otras motivaciones, como la fiscalidad navarra (BSH tributa en Zaragoza desde 2018). Además, han concretado que el cierre no afecta a los centros productivos de Huarte ni Estella.

Ambos consejeros han destacado que la dirección de BSH Esquiróz no ha dado más detalles de la decisión, y han han explicado que ahora se abre un plazo de 6 meses, en los que el Gobierno foral aprovechará "para trabajar en intentar revertir la decisión de cierre" y tratará para ello hablar directamente con la multinacional alemana.

Para el ejecutivo habría dos opciones: la primera, que BSH diera marcha atrás en su decisión de cierre, o que se presentase un nuevo inversor que continuara con la fabricación de frigoríficos y lavavajillas compactos.

La plantilla se concentra frente al Parlamento

Entretanto, los trabajadores y las trabajadoras de la empresa BSH de Esquíroz se han concentrado este miércoles frente al Parlamento de Navarra para exigir a las instituciones y la empresa que busquen alternativas al cierre .

Bajo el lema 'BSH Esquíroz no se cierra, ez itxi', la plantilla ha coreado consignas como "Si esto no se arregla, guerra guerra guerra" o "Chivite, escucha, saca de la hucha". En la protesta han participado parlamentarios de EH Bildu y Contigo Navarra.

El presidente del comité de Empresa, Juanjo Hermoso de Mendoza, y el secretario del mismo Xabi Tejero han explicado que la pasada semana hubo un encuentro trimestral con la dirección en el que no se dijo nada de que fueran a tomar la decisión de cerrar la planta de Esquíroz, por lo que consideran que se les ha ocultado hasta una semana antes de Navidad.

"Nuestro objetivo es claro, hacer reversible la decisión del cierre de la factoría. Consideramos una medida injusta y totalmente desproporcionada que, cuando recientemente estábamos hablando que para mantener y garantizar el empleo actual de toda la plantilla, hacía falta un pequeño aumento del volumen de producción anual en unos 50 000 frigoríficos, nos encontremos con 655 despidos encima de la mesa", han lamentado.

Según los cálculos del comité de empresa, un eventual cierre afectaría a un millar de personas, entre empleos directos e indirectos.

"Queremos remarcar la falta de humanidad y empatía de la dirección en las formas y en las decisiones que lleva años tomando y que se viene a sumar al preocupante proceso actual de desmantelamiento del tejido industrial de Navarra con las plantas de Sunsundegi o Acciona", han añadido.