Gobierno Vasco y La Pau se reúnen hoy para intentar solucionar los problemas en el servicio de ambulancias

El Departamento de Salud del Gobierno Vasco y la dirección de la empresa La Pau se reunirán hoy para intentar buscar una solución a los problemas en la prestación del servicio de ambulancias.

El Gobierno Vasco espera que para antes del 30 de noviembre se hayan resuelto los problemas en el servicio de ambulancias no urgentes y de emergencias de Bizkaia y Álava, que en la actualidad presta la empresa catalana La Pau, y cuya solución pasará, previsiblemente, por nuevos contratos y licitaciones que incluirán condiciones "más estrictas" para las empresas adjudicatarias.

La viceconsejera de Administración y Financiación Sanitarias, Lorea Bilbao, que compareció ayer en el Parlamento Vasco a petición de EH Bildu para informar sobre la situación del servicio de ambulancias que presta La Pau en Álava y Bizkaia, explicó que desde finales de julio "las cosas han empeorado" en esta empresa, que ya ha comunicado problemas para el pago de algunas nóminas a sus trabajadores debido a que su situación económica "ha empeorado".

Además, señaló que La Pau "no ha prestado o no lo ha hecho en las condiciones debidas" determinados servicios, y que ya se han impuesto a la empresa varias sanciones por el incumplimiento de algunas de las condiciones del contrato.

"Queremos que la empresa diga claramente si reúne todas las condiciones para poder prestar el servicio, entre ellas, respetar o cumplir con las condiciones laborales del personal", afirmó la viceconsejera, que ha advertido de que también reclamarán a la compañía que aclare "si pretende marcharse" de Euskadi y dejar de prestar los servicios que tiene adjudicados.

De esta forma, reconoció que "si no hay sorpresas", finalmente serán otras las empresas que habrán de encargarse de prestar este servicio.

Por otra parte, el Departamento de Salud publificará el servicio de ambulancias de Soporte Vital Avanzado de Gipuzkoa, que en la actualidad —y a diferencia de lo que ocurre en Álava y Bizkaia, donde ya lo presta la propia Osakidetza directamente— está adjudicado a una empresa privada.