A la espera del juzgado, hay opciones de que se recupere La Naval como astillero

El futuro de La Naval sigue en el aire, a la espera de la decisión del juzgado, pero hay opciones de que se recupere la actividad como astillero en los terrenos de La Naval. La empresa ganadora del concurso de acreedores, VPG, está a la espera de la decisión judicial para empezar a hablar de cualquier negociación.

Terminado el periodo para presentar alegaciones, el juzgado tiene cinco días para tomar una decisión. La empresa alemana A&M ha hecho una propuesta para retomar un proyecto industrial que crearía 700 puestos de trabajo directos. Se trata de una inversión de 30 millones de euros, con una actividad para 25 años.

El interés del grupo A&M comenzó cuando La Naval entró en concurso de acreedores. El criterio principal en el concurso de acreedores es la oferta económica, en la que VPG ofreció un proyecto de 36 millones de euros. La segunda oferta fue de 30 millones por parte del grupo A&M, que perdió el concurso.

Según sus consultores, el juzgado tiene "motivos jurídicos" para considerar otros aspectos además del económico, pues las ofertas difieren en menos del 15 %. Además, la unidad de negocio debería tener preferencia. Esos son los argumentos en los que basan sus alegaciones a la decisión.

Si el juzgado no cambia la decisión del administrador concursal, A&M pretende hablar directamente con el grupo belga para lograr la venta o el alquiler de los 120 000 metros cuadrados necesarios para retomar la actividad naval en los terrenos adjudicados a VPG. Sin embargo, la empresa belga quiere esperar a la decisión judicial para empezar a hablar con posibles arrendatarios.

Ante la mediación del Gobierno Vasco, A&M espera que llegue a buen puerto. Aseguran que a las instituciones les gustó el proyecto, y están abiertos a que participen de alguna manera.

Por otra parte, el sindicato UGT también ha presentado alegaciones a la adjudicación para que en la mitad del terreno de La Naval se continúe con la actividad naval. De hecho, esos 150 000 metros cuadrados a los que se refiere el sindicato tienen una calificación de industria pesada, y la empresa vencedora del concurso se dedica a la logística.