Las residencias de mayores con 36 muertos son un precupante foco de alta letalidad

Si en algún lugar se está viviendo esta crisis con especial crudeza, además de en los centros sanitarios, es en las residencias de mayores de nuestro Territorio. Según los datos enviados por la Diputación Foral, hasta ayer, habían fallecido 36 personas de toda la red alavesa. De ellas, 28 eran usuarias de residencias privadas. Son varias las voces que se alzan para reclamar un mayor control de estos centros.

 Son las residencias privadas, donde se percibe en primer lugar la escasez de equipos de prevención, mascarillas, guantes, batas etc... Desde  los sindicatos denuncian que en algunos centros se pide a las trabajadoras que reutilicen estos materiales. La colaboradora de Radio Vitoria, Mati Iturralde, que es médica de atención primaria en la de Murgia, que dirige una comunidad religiosa sin ánimo de lucro y donde no ha habido problema para seguir a rajatabla todos los protocolos sanitarios, sin embargo, denuncia, que en muchas residencias privadas la situación es precaria no sólo ahora sinio con anterioridad a estas crisis sanitaria.

 La precariedad afecta a las trabajadoras, con sueldos que no llegan a los 1.000 euros y se extiende a la escasez de material y personal. A la residencia de Murgia, sin ánimo de lucro, han llegado en las últimas horas 25 usuarios más de la antigua clínica Álava, hoy residencia Igurko, que ha sido desalojada en parte para atender a enfermos de coronavirus. Así que en Murgia hay 25 personas más para atender con el mismo número de trabajadoras, recuerda la facultativo y colaboradora de R.Vitoria, Mati Iturralde.

Los sindicatos insisten en que es a las residencias privadas a donde más tarde llega el material de prevención.