Los gobiernos siguen negociando con el armador terminar la draga en La Naval

Los gobiernos central y vasco han trasladado hoy al comité de empresa de La Naval de Sestao (Bizkaia) que, aunque está "muy complicado", siguen negociando con el armador holandés Van Oord la conclusión de la draga "Vox Alexia" en el astillero, ahora la única posibilidad de evitar el cierre.

Representantes de los dos gobiernos, encabezados por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se han reunido en Bilbao con el comité de La Naval, empresa que se encuentra en proceso de liquidación y que ha presentado un ERE de extinción para la totalidad de la plantilla, conformada por 177 trabajadores.

Al acabar el encuentro, el secretario de Estado de Industria, Raúl Blanco, ha explicado que mantienen las negociaciones con el armador, aunque ha admitido que son "muy complicadas".

No obstante, ha abogado por "no abrir debates tremendamente complicados" en lo referente a una adquisición pública del astillero, cuestión marcada por la "normativa europea" y sobre la que, en todo caso, elaborarán un informe.

Blanco, ha destacado los trabajos desarrollados en las últimas semanas por parte de Gobierno central y vasco respecto al futuro del astillero. Según ha anunciado, la voluntad de las instituciones es seguir trabajando "hasta el último día" con los representantes de los trabajadores y la empresa para alcanzar una solución.

Cuestionado por una posible nacionalización del astillero, Blanco ha sostenido que se trata de una opción "marcada por la normativa europea" que es la que establece "la pauta". Según ha indicado, "se está analizando", aunque ha remitido "a la normativa europea y a no abrir debates tremendamente complicados".

Asimismo, ha subrayado que "se van a agotar todas las posibilidades para que" el armador holandés Van Oord finalice la draga."Los dos gobiernos, por ser responsabilidad de ambos, trabajan cada día en todas las opciones abiertas", ha añadido.

El comité ha vuelto a reclamar a las instituciones que compren el astillero para evitar su cierre, una posibilidad que el secretario de Estado ha descartado porque no lo permite la normativa europea.