Final de la era Trump

Las escenas del asalto al Congreso suponen un punto final, hasta cierto punto lógicas, de la era Trump. Sobre todo desde las elecciones del 3 de noviembre y por sus insistentes acusaciones  de fraude electoral sin aportar ninguna prueba y a las que los líderes republicanos no han sabido poner punto final a tiempo.

Ahora los norteamericanos se preguntan si Trump puede seguir en el poder durante las dos semanas que le quedan para finalizar su mandato. No hay que olvidar que Trump tiene en su poder el código nuclear. 

Lo ocurrido es tan grave que se plantea una destitución para apartarle del poder antes del día 20 a través de un proceso de “impeachement”, o la enmienda 25 de la Constitución. El proceso de “impeachement” se iniciaría en la Cámara de Representantes con una mayoría simple por “un delito”, en este caso, por instigar una insurrección contra la democracia. Sería necesaria finalmente una mayoría de dos tercios en el Senado para destituirle.

También se debate sobre una posible activación de la enmienda 25 de la Constitución para destituirle. Esta sería la fórmula más probable de llevar a cabo si se decide su destitución. Para ello, el vicepresidente Mike Pence y una mayoría del gobierno de Trump tendrían que declararle incapaz de cumplir con los deberes de su cargo. Este procedimiento está destinado a los casos en los que el presidente no puede ejercer sus funciones por enfermedad física o mental. El propio Pence asumiría provisionalmente el cargo. Algunos consideran que Pence ya ha actuado de facto como tal al ser quién ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en el entorno del Capitolio.

A estas alturas no se le otorga credibilidad al comunicado de Trump prometiendo una transición pacífica el 20 de enero, comunicado emitido a través de la cuenta de Twitter de un colaborador porque la suya está bloqueada.

Las próximas horas serán decisivas ya que Estados Unidos no puede esperar dos semanas con Trump en el poder.