Black Friday para Netanyahu

La acusación de graves delitos de corrupción contra Benjamin Netanyahu conduce a una parálisis política total en Israel. Israel tiene en estos momentos un Gobierno en funciones, encabezado por Netanyahu.

Se han celebrado dos elecciones en menos de un año, pero nadie ha conseguido formar Gobierno. Ni Netanyahu, líder de la derecha, ni Benny Gantz, líder del centroizquierda. Ninguno consigue formar una coalición que reúna la cifra mágica de 61 diputados. Quedan tres semanas; pasado ese plazo, habrá que convocar las terceras elecciones.

En este contexto, la única solución sería una “gran coalición” entre el Likud, el partido de Netanyahu, y Azul y Blanco, el partido de Gantz. Esa coalición es muy difícil, porque a ninguno de los dos le gusta; y, tras la imputación del fiscal a Netanyahu, es mucho más difícil todavía.

En principio, Netanyahu no está obligado a dimitir, porque todavía no hay condena firme contra él; pero la acusación del fiscal complica la fomación de Gobierno y hace que, en el caso de terceras elecciones, el resultado sea absolutamente imprevisible.