Un adelanto conveniente para Maduro

El adelanto de las elecciones presidenciales en Venezuela es conveniente para Nicolás Maduro. El actual presidente está en un momento de muy baja popularidad, a causa de las dificultades económicas que sufren los venezolanos a diario. Las elecciones estaban previstas para final de año, y en ese tiempo la situación económica va a empeorar aún más. Así que la Asamblea Nacional Constituyente, siguiendo órdenes de Maduro, ha decidido adelantar las elecciones presidenciales a abril. Con ese adelanto, además, el chavismo impide que la oposición se organice.

La oposición está dividida; basta ver lo que pasó hace unos meses con las elecciones regionales, en las que participaron unos partidos de la oposición y otros no lo hicieron. Además, los dos principales líderes de la oposición están en fuera de juego: Leopoldo López está en arresto domiciliario y Henrique Capriles está inhabilitado y no puede presentarse. En estas circunstancias, a la oposición le va a resultar muy difícil capitalizar el descontento con Maduro. El actual presidente tiene garantizados los votos de los chavistas; una oposición unida y fuerte podría conseguir más votos que Maduro, pero esa circunstancia es precisamente la que no se da.