Trump acaba con el 'sueño americano'

El presidente Trump ha anulado una de las principales decisiones que tomó su predecesor, Barack Obama. Ha convertido en inmigrantes ilegales a 800.000 estadounidenses de origen latinoamericano.

Se trata de los llamados “dreamers”, los que creen en el llamado “sueño americano”. Son jóvenes que llegaron al país siendo niños, acompañando a sus padres inmigrantes, y que ahora están perfectamente integrados en la sociedad estadounidense. Estudian, trabajan y hablan inglés mejor que español. Y con esos no hay peligro de que un día descubran que pertenecen a una religión diferente y que tienen que matar a sus compatriotas que no son de esa religión.

Sin embargo, Trump les considera una amenaza y quiere echarlos. Puede hacerlo, porque no hay ninguna ley que los proteja. Como los republicanos impedían que en el Congreso se aprobase una ley para regularizar a esos hijos de inmigrantes, Obama decidió darles papeles de manera provisional usando un decreto presidencial. Y un decreto presidencial puede ser anulado por otro decreto, que es lo que ha hecho Trump.

De esta forma, Trump sigue adelante con su programa electoral. Sabe que una parte de los que le votaron son blancos racistas y quiere quedar bien con ellos para que le vuelvan a votar. Porque, aunque la gente no se lo crea, Trump quiere ser un presidente de ocho años.