La irresponsabilidad de Fillon

Lo que está sucediendo en Francia con el candidato del partido derechista Los Republicanos, François Fillon, es increíble. Su imputación ante la Justicia ya es oficial; ya no son rumores ni noticias periodísticas. Está acusado de haber cobrado casi un millón de euros mediante empleos ficticios que proporcionó a su mujer y a sus dos hijos. Cobraban, pero no trabajaban. Fillon tendría que haberse retirado de la campaña electoral hace tiempo, pero él se empeña en seguir y en ser uno de los candidatos de las elecciones presidenciales que son ya, dentro de un mes.

Parece un suicidio, porque sus probabilidades de ganar son ya muy escasas. Pero, si por casualidad ganase, sería un asesinato. Un asesinato a la democracia. Imaginemos la situación. Fillon se cuela en la segunda vuelta y los franceses tienen que elegir entre él y la ultraderechista Marine Le Pen. Muchos franceses optan por Fillon sabiendo que es un corrupto, pero lo que no quieren bajo ningún concepto es que Le Pen sea presidenta. Fillon llega al Elíseo y en ese mismo momento adquiere la inmunidad presidencial. Es decir, no puede ser juzgado durante los cinco años que esté en el cargo. Pero su esposa, que no goza de esa inmunidad, sí puede ser juzgada y condenada. En ese momento, todo el mundo sabe que Fillon es culpable, pero sigue de presidente. A ver qué democracia aguanta eso.