Lo de Trump es increíble

Todo lo que sucede en torno a Donald Trump es increíble. ¿Cómo es posible que se haya atrevido a viajar a México después de insultar gravemente a todos los mexicanos? Les ha llamado repetidas veces ladrones y violadores. ¿Cómo es posible que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, le haya invitado a ir?

Si Trump ya fuera presidente de Estados Unidos, esa reunión sería inevitable. Pero siendo un simple candidato, ¿qué necesidad tiene Peña Nieto de recibirle? ¿Quizá esperaba que Trump pidiera públicamente perdón a todos los mexicanos? Pues entonces Peña Nieto es un ingenuo.

En su rápida visita a México, Trump se ha limitado a decir que respeta a los mexicanos, pero no ha pedido disculpas. Y ha repetido que quiere construir un muro en la frontera. Dice Trump que el muro le vendrá bien no solo a Estados Unidos, sino también a México, porque servirá para controlar el tránsito de drogas, armas y dinero. Y Peña, increíblemente, le ha dado la razón. A pesar de que, para Trump, el verdadero objetivo de ese muro es controlar el tráfico de personas. Es decir, impedir que los mexicanos entren en Estados Unidos.

Lo de Trump es tan increíble que empieza a ser creíble que pueda ganar las elecciones.