Francia intenta destruir los campos de entrenamiento del califato

El bombardeo de Raqqa iba dirigido, según han explicado las autoridades francesas, contra los campos de entrenamiento del Estado Islámico.

Esa ciudad de Siria funciona como capital del califato que los yihadistas han montado en el Este de Siria y el Oeste de Irak.

Aunque el bombardeo de ayer ha sido interpretado como una respuesta a los ataques yihadistas de París del viernes, no es la primera vez que Francia efectúa bombardeos en esa zona.

Precisamente, el Estado Islámico dice en su comunicado que los atentados de París son una represalia por esa intervención francesa. Francia, por su parte dice que los bombardeos contra el califato constituyen una acción de legítima defensa.

Los atacantes de París no eran unos aficionados, tenían una formación militar adquirida en los campos de entrenamiento que los yihadistas han organizado en los territorios que controlan.

La destrucción de esos campamentos es prioritaria, por tanto, para Francia, Estados Unidos, Rusia y los otros países que tienen aviones operando en la zona. Teniendo en cuenta que son las principales potencias militares del mundo, lo sorprendente es que hasta ahora no hayan conseguido acabar con esos campos.