Lo de Portugal contado en términos ciclistas

Utilizando términos ciclistas, podría decirse que Portugal ha hecho un esfuerzo por pegarse a la rueda de Irlanda y dejar descolgada a Grecia.

De los tres países rescatados por la Unión Europea, Irlanda es el que mejor va. Recordemos que el rescate consiste en que los países europeos hacen un préstamo a un país que no puede conseguir dinero por su cuenta; es decir, cuando el mercado exige a un país unos intereses exagerados, sus socios europeos le prestan el dinero a un interés  mucho menor, pero también con duras condiciones.

Pues bien, Irlanda está llegando ya al momento en que va a poder empezar a financiarse por sí sola, o sea, que el mercado ya le reclama un interés razonable para comprar su deuda.

Grecia está aún muy lejos de ese momento, puede tardar años.

Portugal se ha esforzado por ser el alumno ejemplar de la asignatura de la austeridad, diciendo amén a todo lo que le pedían desde Bruselas y desde Berlín. A cambio de eso, estaban a punto de darle un aprobado; es decir, de darle más tiempo para que cumpla con los objetivos de déficit público. El fallo del Tribunal Constitucional ha echado abajo esa estrategia.

El Gobierno portugués ya no puede quitar más dinero a los funcionarios y a los pensionistas, por lo que ha decidido meter otra vez la tijera en los gastos sociales; pero esos gastos ya habían sido recortados antes, con lo cual la pobreza y la desigualdad van a seguir aumentando en ese país.

Portugal ha pinchado en el peor momento, se ha descolgado de Irlanda y va a tener que resignarse a compartir cola de pelotón con el farolillo rojo. Pero, además, con una pájara tremenda.