Gasparotto se adjudica la Amstel Gold Race

El italiano Enrico Gasparotto (Wanty-Groupe Gobert) consiguió este domingo un emotivo triunfo en la clásica holandesa Amstel Gold Race que ofreció a su compañero de equipo Antoine Demoitie, fallecido el mes pasado a consecuencia de una caída en la Gante-Wevelgem. Ganador de la Amstel en 2012, Gasparotto, de 34 años, no había disfrutado de una sola victoria desde entonces. Hoy cerró un paréntesis de cuatro años para dedicar su esfuerzo al malogrado compañero.

La clásica cervecera, primera del tríptico de las Ardenas, que se completará con la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja, volvió a vivir su momento decisivo en el último paso por el muro del Cauberg, a 1,8 km de meta, donde atacó y se llevó a rueda al danés Michael Valgren (Tinkoff), al que batió sin problemas en el esprint. Una vez efectuados, por parte de la UCI, los controles en busca de motores ocultos, la carrera partió de Maastricht y llegó a Valkenburg después de 258 kilómetros y 34 "muros" que desembocaban en el Cauberg, símbolo de Limburgo, que a 1,8 km de la meta acostumbra a dictar sentencia.

El polaco Michal Kwiatkowski, al frente del Sky, defendía título rodeado de un potente equipo en el que estaba el colombiano Sergio Henao, segundo en la reciente Vuelta al País Vasco. Transcurridos 35 km se formó la escapada del día con once corredores que llegaron a tener 5 minutos de ventaja: De Vreese (Astana), Devriendt (Wanty), Didier (Trek), Howes (Cannondale), Montaguti (AG2R), Bono (Lampre), Reza (FDJ), Warbasse (IAM), Cerny (CCC), Grellier (Direct Energy) y Berlato (Nippo).

El pelotón, con el equipo Sky al frente, comenzó a reaccionar a 90 km del final, poco antes de que Joaquim "Purito" Rodríguez, el líder del Katusha, sufriera una caída que le obligó a trabajar duro para regresar al grupo, bajo una intensa lluvia. A 60 km del final cuatro corredores saltaron en busca de los fugados: Gianni Meersman (Etixx-Quick-Step), Niccolò Bonifazio (Trek), Tosh Van der Sande (Lotto Soudal) y Björn Thurau (Wanty).

El Orica trabajó a tope en el pelotón, de forma que la fuga murió a 14 kilómetros de la llegada, poco después del penúltimo paso por el Cauberg, que una vez más se iba a erigir en juez de la contienda, ya que los conatos del checo Roman Kreuziger, a 8 km de meta, y del belga Tim Wellens poco después, resultaron inútiles. Gasparotto atacó en pleno ascenso del Cauberg, Valgren salió en su busca y lo alcanzó, pero no tuvo respuesta para el arranque del italiano a 200 metros de la última pancarta.